Cómo afrontar el síndrome posvacacional
¿Apatía ante la reincorporación al trabajo después de las vacaciones? Toma nota de estos consejos para superarla
Después de las vacaciones de verano volver a la rutina no siempre fácil. De hecho, el 35 % de los trabajadores de entre 25 y 45 años asegura padecer fatiga generalizada, apatía, irritabilidad, falta de concentración, escasa motivación, tristeza, ansiedad, insomnio, mareos… Síntomas todos ellos de lo que se conoce como síndrome postvacacional. Según los expertos, tras largos períodos de descanso, y coincidiendo con la vuelta al trabajo, algunas personas sufren un conjunto de miedos que acaban alterándole tanto física como emocionalmente. Este síndrome posvacacional parece darse con mayor frecuencia en las mujeres y es un fenómeno propio de los países latinos como España, Francia o Italia, en los que las vacaciones son más prolongadas y estacionales. La vuelta al trabajo conlleva mayores preocupaciones, así como horarios estrictos y a la modificación de las horas de sueño, por no hablar de las rutinas de alimentación. Para adaptarse a ese cambio, hay persona que necesitan darse un tiempo. Los especialistas explican que entre 10 y 20 días serán suficientes para ponernos de nuevo las pilas. A pesar de que se trata de un estado transitorio, no está de más conocer algunas recomendaciones que nos ayudarán a prevenir o combatir este cansancio y fatiga:
- Regula tus horarios antes de incorporarte a tu actividad laboral.
- Vuelve de tu destino vacacional uno o dos días antes de finalizar las vacaciones para favorecer la recuperación progresiva.
- Intenta dormir más de lo habitual durante los primeros días de trabajo.
- Retoma el trabajo de forma paulatina. Resuelve primero los asuntos más urgentes y planifica el resto de las tareas.
- Mantén una actitud positiva.
- Planifica nuevos periodos de descanso a lo largo del año, aunque sean más breves.
- Aprovecha la vuelta a los horarios habituales para ponerte en forma. Apuntarse al gimnasio o realizar actividades físicas para desconectar tras la rutina del trabajo es una de las mejores formas de liberarse del estrés y segregar endorfinas, las hormonas de la felicidad.
- Adopta una dieta sana y equilibrada. A través de la alimentación se puede aumentar la serotonina, un neurotransmisor que interviene directamente en las regiones del sistema nervioso central relacionadas con el estado de ánimo. El triptófano es un aminoácido esencial que promueve la liberación de serotonina. El cuerpo no lo produce y se obtiene directamente a través de los alimentos que ingerimos. Por ello, si incluimos estratégicamente en nuestra dieta alimentos ricos en triptófano e incrementamos su consumo, nuestro estado anímico mejorará y podremos afrontar la vuelta de las vacaciones con una actitud más positiva. Además de ricos en triptófano, hay que consumir también alimentos que contengan vitamina B6 y magnesio, que mejoran su acción. Las pastas, el arroz, los cereales, el pescado azul, los huevos, el plátano, el tofu, las nueces, la soja, aves como el pollo y el pavo, así como productos lácteos como el queso y la leche son algunos de los alimentos que no deberían faltar en tu dieta. Por ejemplo, tomar un vaso de leche antes de acostarse es una opción ideal para asegurarse un buen descanso y un sueño reparador.
- Busca tu momento para relajarte y practicar alguna afición.
- Plantéate nuevos retos que te hagan estar motivado.