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Soy pensionista   22 Mar 2021

Cómo mantener el nivel de vida una vez jubilados

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

En este vídeo te explicamos qué es la tasa de sustitución de las pensiones: el porcentaje que supone la pensión sobre el último salario. Asimismo entenderás como la esperanza de vida influye

En materia de pensiones una de las premisas a tener en cuenta es que en la mayoría de los casos la pensión de jubilación será menor que nuestro salario en activo, en consecuencia se produce una pérdida de ingresos, es lo que se conoce como “déficit anual de las pensiones”. Según la OCDE la pensión pública media en España es el 81,2% de los salarios previos. Ese “déficit anual” puede ser pequeño, pero debemos considerar que se producirá durante todos los años que viviremos como jubilados y que no se reducirá con el paso del tiempo. Por tanto para mantener el nivel de vida previo a la jubilación es necesario acumular una determinada cuantía de ahorro que permita compensar esa caída de ingresos. Además, si se cumplen las previsiones demográficas, cada vez viviremos más años, lo que es una buena noticia, pero al vivir más años, el déficit total de las pensiones cada vez será mayor, y en consecuencia las necesidades de ahorro también.No olvidemos que las reformas introducidas en el sistema de pensiones públicas supondrán una reducción de las pensiones públicas de jubilación, por lo que a medida que éstas se implanten el déficit de las pensiones se incrementará para los futuros jubiladosEl importe de ahorro a la fecha de jubilación también dependerá del nivel de vida que queramos mantener para entonces.Una vez jubilados muchos de los gastos que teníamos en activo desaparecerán como pueden ser todos aquellos relacionados con el trabajo (transporte, etc.), pero que otros gastos pueden aumentar de forma significativa como son los gastos relacionados con la salud.Como consecuencia de la evolución de la demografía y de las reformas del sistema público de pensiones deberemos disponer de un mayor ahorro en el momento de la jubilación para cubrir el “déficit de las pensiones” y cumplimentar la pensión de jubilación.

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Estas acciones, que te ayudaran a no caer en las rejas del mundo virtual y a poder vivir también tu “vida real”, es aún más importante aplicarlas si tienes hijos pequeños o adolescentes, o si tú mismo eres un adolescente o joven.  Reconoce las señales de adicción a las redes sociales en ti y/o de tus hijos Lo primero para superar una adicción es reconocer que se tiene un problema. En el caso de la adicción a las redes sociales, es importante prestar atención a las señales que nos indican un uso excesivo de las mismas por parte de uno mismo o de sus hijos. Entre estas señales están las siguientes: La incapacidad de desconectarse. La ansiedad o incluso irritabilidad cuando no se tiene acceso a las redes sociales. la dejación de obligaciones diarias (por ejemplo, hacer los deberes, hacer tareas de la casa, llamar a tus familiares, hacer ejercicio…) como consecuencia del excesivo tiempo dedicado a RRSS. La interferencia en nuestras relaciones personales.  Cuando reconoces estos signos en tu propia vida o la de tus hijos, es el momento de tomar medidas. Mide cuanto tiempo destinas a redes sociales Medir es poder. Lo que no se mide no existe. Tanto iPhone/iCloud como Android te informan del tiempo diario y semanal de uso del teléfono movil y del específico dedicado a cada una de las aplicaciones. Te sorprenderás de la cantidad de tiempo que se desperdicia, destinando a esa actitud pasiva y adictiva de ir visionado y pasando contenidos cortos (reels, stories…) que además son adictivos. Pregúntate: ¿Es adecuado pasar 3,4, 5 horas al día viendo redes sociales? ¿Es sana esa adicción a redes sociales? Realiza una “navegación” consciente en redes sociales Antes de abrir una aplicación digital o una red social, ten un objetivo claro de lo que quieres lograr con ello. Por ejemplo: buscar información específica comunicarte con alguien simplemente desconectar y evadirte. Una vez que hayas alcanzado tu objetivo, cierra la aplicación y ponte a hacer otra actividad. Limita tu tiempo en las redes sociales a actividades concretas y evita caer en la trampa de desplazarte sin rumbo por esas redes y sin límite de tiempo Cuando vayas a pasar tiempo con alguien, ponte como objetivo centrarte 100% en esa/s persona/s Cuando estes con tus amigos o familia, guarda el teléfono movil y estate con/por ellos, disfruta de lo te pueden aportar las personas. No hacerlo, puede ser hasta una falta de respecto, dando el mensaje subliminar a esa persona de que no te interesa. Cuantas veces hemos vistos a grupos de amigos adolescentes en lugares públicos como restaurantes de comida rápida, todos mirando el movil y sin hacerse caso los unos a los otros (aunque estuvieran chateando entre ellos). Y esas cenas de Navidad y comidas de los domingos cuando los familiares o amigos, una vez se toman los postres, empiezan a mirar el movil. Desactivar las notificaciones de las aplicaciones Las notificaciones son un “arma” de doble filo. Te mantiene al día de cualquier novedad. Pero son una peligrosa “llamada a entrar” a app/RRSS dejando de lado cualquier cosa que estuvieras haciendo en ese momento y despriorizandola. Crea espacios sin redes sociales ni móviles Lo ideal sería tu habitación, porque ganarías mucho tiempo para decenas de cosas más importantes y productivas, tanto de ocio como de estudio y trabajo. No obstante, librar tu habitación de móviles, dispositivos y redes sociales es quizás algo muy difícil, casi imposible, a lo que no estes dispuesto. Por tanto, prueba a que esos espacios sin redes sociales sea algunos de los espacios comunes de la casa, como el comedor, el salón o la cocina, para así lograr regalar ese tiempo a los seres queridos con los que vives, a tus compañeros de piso, etc. No tengas siempre tu teléfono móvil en la mano, en el bolsillo… salvo que este trabajando o esperes llamadas Colócalo en habitaciones o dependencias que estén alejadas de donde te encuentres (y, al mismo tiempo, que te permita escuchar llamadas), para así reducir la tentación de utilizarlo. Haz que para ti sea más incómodo acceder al movil. Concédete días o espacios de tiempo sin redes sociales Por ejemplo: Los sábados sin redes sociales. “No usaré redes sociales hasta las 20:30”. Con tus hijos, usa adecuadamente el control parental Si eres madre o padre, es muy importante aplicar esta práctica con tus hijos pequeños, al menos hasta que llegan a la adolescencia. Por ejemplo, no usar redes sociales en los días lectivos de la semana (de lunes a viernes) o limitar al máximo el tiempo de uso en eso días (ejemplo, únicamente 30 minutos después de acabar los deberes, y sin quitar tiempo al sueño). No se trata solo de controlar el tiempo de uso de los dispositivos electrónicos (límite de tiempo), sino también de determinar en qué días y momentos se puede usar. Una idea puede ser desinstalar ciertas aplicaciones y volver a instalarlas cuando se vayan a usar, haciendo más difícil la tentación de entrar en ellas. Controla el tipo de creadores de contenidos e influencers que sigues y ves, las páginas que ves… Elige contenido de calidad, de creadores que sean expertos reconocidos en su materia, con buena reputación, con principios éticos y con objetivos sanos. Visualiza temas y contenidos de valor: viajes, deporte, cultura, arquitectura, paisajes, música… Si tienes, por ejemplo, 16 años, piensa lo que te aporta ir pasando con la mano de reels muy pocos segundos, durante horas, donde aparecen personas de tu edad bailando siempre los mismos temas y ritmos… Mucho cuidado con algunos juegos, son adictivos. Contrólalos tú, que no te controlen ellos a ti Si estás trabajando y te encuentras en una reunión (o video reunión), evita tener el teléfono móvil encima de la mesa, mirando para arriba y mucho menos consultarlo mientras otros están hablando Además, este tipo de comportamiento da muy mala imagen y dice poco de la persona que lo hace. Por tanto, evitar tener el movil encima de la mesa e ir consultándolo durante la reunión, además, mejorará tu imagen. Ten aficiones más allá de las redes sociales Una de las menaras de reducir el uso de las redes sociales, es buscar aficiones en el mundo real. Hobbies que te puedan apasionar. Por ejemplo, deporte, baile, música, leer, teatro, ir al cine… También podrías intensificar las relaciones personales, haciendo actividades de grupo con tus amigos y familiares. Vive el mundo real y disminuirás el uso del mundo virtual. Más Información Los peligros de las redes sociales: ¿la gran adicción del siglo XXI?

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Al igual que cuando nos ponemos el objetivo de llevar una vida más saludable, realizando ejercicio y teniendo una alimentación adecuada, para tener un mayor bienestar, lograr un equilibrio personal y gozar de una buena salud mental es recomendable hacer un uso moderado de los dispositivos electrónicos, de sus aplicaciones y de las redes sociales. El uso de internet, de las aplicaciones y de las redes sociales, incluso de los juegos, nos dan acceso a un mundo virtual lleno de posibilidades. Son una excelente oportunidad para acceder a información de valor, conocimiento, entretenimiento, ocio, juego, diversión, comunicarnos con personas queridas que están lejos, interactuar profesionalmente, etc. No tiene por qué ser negativo el uso de Instagram, Tik Tok, Facebook, la red profesional Linkedin, de la mensajería Whatsapp etc., cuando las mismas son utilizados en su justa medida de tiempo y de una forma adecuada. Pero, al mismo tiempo, si no son usados adecuadamente y durante un tiempo moderado, suponen un riesgo de malgastar el tiempo en cosas que limitan la creatividad, la racionalidad, el pensamiento crítico y la proactividad personal. Nos convertimos en adictos a la mismas lo que, como cualquier otra adición, es muy negativo. Además, hay que tener presente que existen bastantes probabilidades de sufrir amenazas digitales, ciberacoso, ciberataques, fraudes financieros, sustracción de datos, engaños, consumo de contenidos inadecuados, o incluso que los menores de edad accedan a contenidos inapropiados para ello. Estos riesgos son más acusados en personas mayores, en niños y adolescentes, pero que también pueden afectan a los jóvenes y adultos de mediana edad. La frase “estamos ante una generación perdida” podría aplicarse en unas pocas décadas a los niños y adolescentes del presente, si entre todos no tomamos medidas a tiempo, de una manera coordina y colaborativa: los padres (como principales responsables), los docentes y centros educativos, las instituciones públicas, los legisladores, los proveedores de las plataformas y redes sociales, etc. El uso excesivo del mundo virtual es una ola gigantesca que silenciosamente se puede llevar por delante a toda una generación, a modo de “flautista de Hamelin” multiplicado exponencialmente. En definitiva, estamos ante un serio problema del siglo XXI con consecuencias negativas importantes, algunas todavía desconocidas. Lo podríamos etiquetar como una masiva adicción colectiva. En el siguiente artículo vinculado, te hacemos una serie de sugerencias para que puedas hacerte un planning personal con estrategias y acciones para lograr moderar el uso que haces las redes sociales (o bien el uso que hacen tus hijos) y no ser “dominado” por ellas. Es decir, para alcanzar tu “libertad digital”. Hábitos y trucos para que las redes sociales no consuman todo tu tiempo ni se apoderen de tu cerebro Más Información: Acceso al Informe Digital 2024 de we are social

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Consejos para afrontar la cuesta de septiembre y llegar a fin de mes

Durante el año hay dos cuestas principales, durante las cuales nuestra economia personal o familiar suele estar resentida, y durante las que a muchas personas les cuesta llegar a final de mes (sin que sus gastos sean superiores a sus ingresos), debido al incremento de los gastos en las semanas previas: la cuesta de enero, consecuencia del elevado gasto durante Navidades, y la cuesta de septiembre.   Tras las vacaciones de verano, que habitualmente implican un gasto importante, toca para los consumidores afrontar la temida “cuesta de septiembre”, con importantes costes también para quienes tengan hijos en edad escolar, por los gastos en materiales, uniformes, libros de texto, matrículas, etc. La Asociación Española de Consumidores (ASESCON) ofrece 10 consejos para ayudar a que las economías familiares sufran lo menos posible durante las próximas semanas de septiembre. Este es el decálogo de consejos de ASESCON: Planificar nuestra economía. Hay que analizar los gastos fijos y posibles gastos variables que tengamos y adecuarlos a nuestros ingresos. Elaborar un presupuesto familiar será de gran ayuda para poder afrontar de mejor forma este año. Desechar los gastos que no consideremos imprescindibles. Realizar un consumo responsable de suministros, como electricidad, gas o agua, evitando consumos innecesarios. Pagar en efectivo en vez de utilizar la tarjeta de crédito. Haciéndolo, podemos controlar mejor el gasto y evitar caer en la trampa de comprar aquello que no nos podemos permitir. NO dejarse llevar por la publicidad consumista. Es preferible comprar aquello que realmente suponga un ahorro y sea necesario. Planificar la cesta de la compra de alimentos antes de ir al supermercado, de acuerdo al presupuesto que tengamos establecido. Comparar precios Utilizar Internet para comprar, por las ofertas que suelen encontrase. Educar a toda la familia, incluidos los hijos, en el ahorro. La economía familiar es cosa de todos sus miembros.  Visualizar el ahorro que vaya haciendo la familia, lo que ayudará a que, en el futuro, se mantenga el interés por “llegar a fin de mes” y por emplear el dinero en las cuestiones que realmente importancia para el conjunto de la familia. Más Información La Asociación Española de Consumidores presenta un Decálogo para superar las dificultades de la “cuesta de septiembre”

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