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Estoy trabajando   7 Sep 2021

Consejos para la educación financiera de los niños desde casa: la paga semanal

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

La educación financiera y la sensibilización en los hábitos de ahorro son algo con lo que se debe empezar desde que los niños son pequeños y hacerlo en casa.

Un dicho popular dice que los colegios enseñan conocimientos (y ayudan a los padres en la tarea de inculcar valores), pero que son los padres los primeros responsables de educar a los hijos.

Paralelamente a la necesidad de implantar en nuestro país un programa nacional de educación financiera desde los primeros cursos escolares (desde primaria), es fundamental el ejemplo y enseñanzas que los padres pueden dar a los hijos en educación financiera y en la administración de la economía personal.

Enseñar a nuestros hijos desde pequeños a administrar el dinero, los preparará para tomar decisiones financieras adecuadas cuando sean adultos y deban de hacerse cargo de su economía personal.

Tratamos a continuación sobre una práctica muy adecuada para ayudar a los niños a aprender a administrar sus ingresos, a controlar sus gastos y a ahorrar, además de para que valoren lo que cuestan las cosas: la paga. Es decir, una asignación periódica para los gastos del niño.

“La paga” a los niños es una estupenda herramienta de educación financiera

La paga era algo habitual cuando eran niños los baby boomers, generación X, incluso los millenmials más mayores. Pero en muchas casas se ha perdido la tradición de dar la paga a los niños y en su lugar los padres dan el dinero cada vez que los niños piden alguna cosa.

No obstante, la paga trae consigo enseñanzas muy importantes para los niños:

  • Aprender a administrar el dinero.
  • ser consciente de que el dinero es limitado y no es fácil obtenerlo.
  • Si lo gastan todo no tendrán más hasta el próximo día que les toque recibir la paga.

Si les damos dinero a los niños siempre que nos lo piden, no aprenderán a administrarlo y a distribuir sus gastos según un presupuesto que dispongan.
Por lo tanto, es conveniente entregarles una paga semanal. Según Amalia Guerrero, autora del blog finanzas de casa, en su artículo La paga como herramienta educativa, una buena edad para comenzar a darla es “a partir de los 6 u 8 años”. Amalia apunta que la cantidad de paga debería ser modesta, dependiendo además de los recursos disponibles de cada familia.

Incluso las familias con posición económica acomodada deberían controlar el importe de la paga que dan a sus hijos. Si no estos no aprenderán sobre el esfuerzo que habitualmente cuesta ganar el dinero. Crecerán pensando que es fácil obtenerlo y que cuando se acaba alguien pondrá más por ellos (hoy en día los padres, pero mañana…).

Crecer pensando que existe una fuente inagotable de dinero es un flaco favor a los niños.

¿Para que cosas importantes ha de servir una paga?

Además de para comprar chucherías, refrescos, helados, algún pequeño juguete, cromos etc., se puede aprovechar a enseñar la importancia de ahorrar parte de su paga y dejar ese dinero ahorrado para alguna meta de más adelante: por ejemplo, comprar un juguete de mayor coste que les hace más ilusión, ayudar a mama y papa a conseguir el dinero para ir a Eurodisney o a Port Aventura (o a cualquier parque temático o actividad que la familia se pueda permitir).

Cuando se hacen más mayores, por ejemplo, a partir de los 12 años años, además de darles una mayor dotación, la paga podría ir acompañada de una lista de gastos de los que a partir de ese momento se debe de ocupar el niño. Unido a ese mayor presupuesto, al mismo tiempo se iría ampliando la lista de gastos que se afrontaran con la paga:  salida con los amigos al cine, a una hamburguesería o pizzería, pequeño material escolar, aplicaciones de móvil o tablets (que sean validadas por los padres), etc. Si bien esas apps se pagan con tarjeta de crédito/débito, su coste se puede incluir como parte la paga, como importe teórico de la misma, aunque el niño no lo reciba directamente por que se paga electrónicamente.

Esa lista de gastos ayudará a calcular el importe que se les debe dar. Además, esa cantidad se deberá incrementar un poco más para que puedan ahorrar un poco.

Según van creciendo se debería ir aumentando la paga y la lista de sus responsabilidades respecto a gastos a sumir. Incluso a partir de los 14 años, podemos intentar darles una paga mensual para que aprendan a administrarse.

Cosas que debemos hacer si les damos paga a los niños

  • Explicarles para qué se les da la paga. Deben saber qué gastos se deben cubrir con la paga, para así administrarse mejor. Si no se lo gastarán en lo primero que se les ocurra o encuentren y luego querrán más dinero.
  • La paga es el único ingreso y no hay más. Si el niño se lo gasta todo y nos pide dinero para comprar alguna cosa más, debemos ser firmes y hacerle entender que debe esperar a la próxima paga.
  • Ellos deciden en que gastarla (dentro de los hábitos que sean adecuados). Podemos aconsejarles sobre como gastar su paga o si deben ahorrar una parte, pero se debe respetar la decisión del niño. Mejor que se equivoque y aprenda. Ello siempre dentro de unos límites: obviamente, hay productos que un niño de 14 años no debe comprar.
  • A parte de darles la paga, se les puede pagar algún trabajo extra que hagan, que sea adicional al de sus obligaciones ya establecidas en casa, las cuales es importante no remunerar, ya que son su obligación (como hacer la cama, recoger su cuarto o el de los juguetes, o recoger los platos cuando les toque…).

En resumen, ventajas de poner una paga

  • Aprenden a posponer la gratificación y a entender que mediante el ahorro pueden conseguir objetivos mayores a su propia paga.
  • Relacionado con los análisis de la Economia del Comportamiento, que argumenta que las personas preferimos la satisfacción del corto plazo que la de largo plazo, aunque esta fuese superior, desde bien pequeños les estamos ayudando a cambiar, o al menos a atenuar, este sesgo conductual que produce la procrastinación en el ahorro.
  • Aprender lo importante de administrar el dinero para que no se agote.
  • Conocer cuánto dinero cuestan las cosas, y el esfuerzo para conseguirlas.
  • Comienzan a hacerse responsables de sus decisiones.

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