¿Cuál es la diferencia entre ganancia patrimonial y rendimiento del capital mobiliario?
Analizamos en qué concepto tributan las transacciones financieras más frecuentes
Una de las cuestiones estrechamente ligadas a las decisiones de inversión, en lo que se refiere puramente a elección de activos o vehículos de inversión, es la relativa a la fiscalidad. No hay planificación financiera adecuada que no contemple y analice las implicaciones fiscales de las decisiones que se toman, dado que obviar esta importante tarea puede tener importantes consecuencias en términos monetarios. No olvidemos que la rentabilidad final de una inversión es la rentabilidad financiero-fiscal, es decir, aquella resultante tras detraer las obligaciones fiscales generadas.
En el ámbito de la inversión financiera, hay dos vías de tributación con las que muchos contribuyentes están familiarizados: las ganancias (o pérdidas) patrimoniales y los rendimientos del capital mobiliario. Pero, ¿en qué se diferencian y cuándo toca tributar por un concepto o por otro?
Ganancias patrimoniales
Se consideran ganancias y pérdidas patrimoniales aquellas variaciones en el valor del patrimonio del contribuyente que se pongan de manifiesto con ocasión de cualquier alteración en la composición de aquél, salvo que la ley del impuesto los califique como rendimientos.En general, se producirán:
- Cuando los contribuyentes transmitan bienes de su patrimonio. En este caso, la ganancia o pérdida vendrá determinada por la diferencia entre los valores de transmisión y adquisición.
- Cuando se incorporen bienes al patrimonio del contribuyente, como en el caso de la obtención de un premio, en cuyo caso la ganancia estará constituida por el valor de mercado de los mismos.
Según los artículos 33.1 y 33.2, de la LIRPF, para que se produzca una ganancia o pérdida patrimonial deben cumplirse los siguientes requisitos:
- Existencia de una alteración en la composición del patrimonio del contribuyente.
- Que como consecuencia de dicha alteración se produzca una variación en el valor del patrimonio del contribuyente.
- Que no exista norma legal que expresamente exceptúe de gravamen dicha ganancia o la haga tributar como rendimiento.
¿Qué se considera ganancia o pérdida patrimonial?
En el ámbito de la inversión financiera, los ejemplos más comunes de ganancia o pérdida patrimonial son los siguientes:
- Los derivados de la venta de acciones.
- Los derivados de la venta de ETFs.
- Los derivados de la venta de opciones, futuros y warrants.
- Los derivados de la venta de fondos de inversión.
- Los derivados de la venta de inmuebles.
Rendimientos del capital mobiliario
Están regulados en los artículos 25 y 26 de la LIRPF.
Tienen la consideración de rendimientos íntegros:
- Rendimientos obtenidos por la participación en fondos propios de cualquier tipo de entidad: Los dividendos. Las primas de asistencia a juntas. Las participaciones en los beneficios de cualquier tipo de entidad.
- Rendimientos obtenidos por la cesión a terceros de capitales propios: Los intereses y cualquier otra forma de retribución pactada como remuneración por tal cesión. Las derivadas de la transmisión, reembolso, amortización, canje o conversión de cualquier clase de activos representativos de la captación o utilización de capitales ajenos (bonos, obligaciones, letras, etc.).
- Rendimientos procedentes de operaciones de capitalización, de contratos de seguro de vida o invalidez, salvo que deban tributar como rendimientos de trabajo (seguros colectivos que instrumenten los compromisos por pensiones asumidos por empresas) o en el ISD, y rentas derivadas de la imposición de capitales.
- Otros rendimientos de capital mobiliario. Bajo este epígrafe se incluye una lista de supuestos inconexos, como son los derivados de la propiedad intelectual que no pertenezca al autor, de la propiedad industrial, de la prestación de asistencia técnica, del arrendamiento de bienes muebles, negocios y minas y los procedentes de la cesión del derecho a la imagen o del consentimiento o autorización para su utilización.
El rendimiento neto reducido se obtendrá de restar al rendimiento bruto los gastos deducibles y las reducciones correspondientes.
Ejemplos más frecuentes de rendimientos del capital mobiliario
Los rendimientos del capital mobiliario proceden de:
- Cuentas corrientes y depósitos.
- Dividendos de acciones.
- Cupones de títulos de renta fija.
- Transmisión o amortización de títulos de renta fija.
- Productos estructurados.
- Seguros de vida o invalidez.
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