Diez consejos de la OCDE para un buen diseño de los planes de pensiones
Establecer incentivos fiscales para el ahorro privado, crear instrumentos de bajo coste, animar al cobro periódico de forma anual u ofrecer buena información y cobertura de riesgos son algunas propuestas.
Los planes de pensiones privados y de contribución definida están ganando importancia en los sistemas de pensiones de todo el mundo. En algunos países son el principal componente de su sistema de ingresos tras la jubilación, y en otros en los que su presencia es aún baja porque la mayoría de los ingresos son públicos, como ocurre en España, también están creciendo.
Ante esa creciente importancia, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha trabajado en una hoja de ruta para ayudar a los países a crear o fortalecer sus modelos de pensiones privados. La OCDE ha identificado elementos para un buen diseño y ha hecho diez recomendaciones, que son las siguientes:
1. Asegurar que el diseño del plan de pensiones asegure la coherencia entre las fases de acumulación y pago, y también con el sistema de pensiones general. Para ello, la OCDE pide que los ingresos que se marquen como objetivo a lograr en el plan se determine en función de los beneficios que proporcionen los otros componentes del sistema de pensiones. Para definir y lograr esos objetivos, todos los riesgos posibles, como los laborales, financieros o demográficos que afecten al plan de pensiones deben ser vigilados y motorizados, dice.
2. Animar a la gente a inscribirse y a contribuir durante un largo periodo de tiempo a los planes privados. En aquellos lugares en los que la inscripción obligatoria no se considere oportuna, la OCDE anima a implantar mecanismos como la inscripción automática por defecto, con la posibilidad de que los individuos la rechacen, o tasas de contribución por defecto. “La forma más efectiva de que los ciudadanos obtengan un adecuado reemplazo de sus ingresos a través de los planes privados es asegurarse de que éstos contribuyen durante largos periodos de tiempo con cantidades lo suficientemente altas. Este objetivo ha de complementarse con políticas que alarguen el periodo laboral”, dice la organización.
3. Mejorar el diseño de incentivos para el ahorro de cara a la jubilación, sobre todo en los países donde la participación y contribución a los planes privados es voluntaria. En este tipo de países, que sería el caso de España, la OCDE recomienda que se elabore una estructura de incentivos fiscales apropiada, o que se igualen las contribuciones, como mecanismos para animar la participación en los planes privados.
4. Promover instrumentos de ahorro para la jubilación de bajo coste. La OCDE dice que los políticos deben asegurarse de que hay incentivos para mejorar la eficiencia y reducir los costes en la industria de las pensiones y habla de promover iniciativas de transparencia y soluciones más efectivas, como por ejemplo mecanismos de adjudicación apropiados o asignación por defecto a los proveedores más económicos, especialmente en los sistemas con aportaciones obligatorias o automáticas. La OCDE cree también que en algunos mercados el problema de los costes puede abordarse creando grandes planes de pensiones y que sean gestionados sin ánimo de lucro.
5. Establecer estrategias de inversión apropiadas y a la vez permitir elegir entre varias opciones de inversión con diferentes perfiles de riesgo y horizontes temporales. Teniendo en cuenta que algunos partícipes podrían no estar dispuestos a elegir, las opciones por defecto han de estar diseñadas cuidadosamente siguiendo las lecciones aprendidas de las finanzas del comportamiento. Pero si los partícipes lo desean, deberían poder elegir la estrategia de inversión que más les convenga en función de su perfil de riesgo y su nivel de tolerancia al mismo.
6. Establecer estrategias de inversión ligadas al ciclo de vida como una opción por defecto para proteger a las personas que estén cerca del retiro de eventos de mercado extremos y negativos. Las estrategias de inversión en función del ciclo de vida reducen el impacto del riesgo de mercado en sus balances cuando sus miembros envejecen, de forma que se asume más riesgo en etapas más alejadas del retiro, y viceversa. Un diseño de ese tipo sería, según la organización, consistente con actitudes racionales hacia el riesgo.
7. En la fase de pago, animar al cobro periódico de forma anual como protección contra el riesgo de longevidad. La OCDE considera que este tipo de cobro podría ser muy útil a menos que las pensiones públicas o la red de protección para las edades más avanzadas sean suficientes. Así, apuesta por combinar los reembolsos programados con cobros anuales en edades muy avanzadas, por ejemplo a partir de los 85 años, para ofrecer protección contra la inflación, debido a que si el cobro se hace veinte años antes y ese dinero no se invierte de nuevo, los ancianos pueden encontrarse con una fuerte pérdida de poder adquisitivo. La organización cree que debería haber iniciativas educativas para promover este tipo de cobro, que supone una especie de seguro contra el riesgo de longevidad y puede ser muy beneficioso excepto para planes de pensiones donde el patrimonio es muy pequeño.
8. Promover la oferta de rentas y la competitividad en costes en este mercado. Dice la OCDE que los diferentes proveedores, como planes públicos, planes de empleo sin ánimo de lucro o seguros podrían proveer diferentes acuerdos de riesgo compartido en la fase de reembolso. La OCDE apuesta por fomentar la competencia en el mercado de las anualidades para asegurar mejores costes e impulsar su desarrollo.
9. Desarrollar instrumentos con información apropiada y cobertura de riesgos para afrontar el riesgo de longevidad. El mercado para rentas se beneficiaría de acciones destinadas a gestionar mejor el riesgo de longevidad. En primer lugar, las agencias estadísticas deberían publicar tablas de datos, y actualizarlas regularmente incorporando las nuevas perspectivas sobre futuras mejoras en la mortalidad y la esperanza de vida. En segundo lugar, la OCDE propone que existan soluciones en los mercados de capitales para gestionar el riesgo de longevidad, por ejemplo, a través de índices de longevidad estandarizados, públicos y fiables. Aunque hasta ahora no ha habido ejemplos de éxito de bonos longevos, la OCDE dice que los gobiernos podrían plantearse en algunos contextos emitir bonos indexados a la longevidad y emitir renta fija de muy largo plazo en cantidades suficientes, como activos aptos para los planes de pensiones.
10. Asegurar una comunicación efectiva y afrontar el problema de la falta de cultura financiera y concienciación. La OCDE considera que esa efectiva comunicación debe hacerse proporcionando información adecuada e individualizada sobre los derechos de cada ciudadano, haciendo proyecciones sobre los futuros ingresos de forma prudente, e informando sobre el posible impacto positivo de mayores contribuciones o un retiro más tardío. “Los miembros de los planes de pensiones también deberían tener acceso libre para comparar información sobre los costes y las rentabilidades de diferentes proveedores y el lenguaje utilizado en los documentos informativos debería ser entendible y claro”, recomienda la organización
Estas son las recomendaciones dadas en los últimos años por la OCDE para un ahoja de ruta para ayudar a los paises a crear o reforzar sus modelos de Pensiones Privados, hoja de ruta que España debería seguir.