El Informe de Riesgos Globales 2024 muestra una honda preocupación por las consecuencias de los riesgos vinculados al clima y la salud del planeta
Autor
Instituto BBVA de PENSIONES
Las 4 grandes fuerzas que marcarán la gestión de los riesgos globales en la próxima década son el cambio climático, los cambios demográficos, la aceleración tecnológica y la concentración del poder geopolítico.
Como cada año, el World Economic Forum (WEF) ha publicado el Global Risk Report 2024 (Informe de Riesgos Globales 2024). El Informe presenta los resultados de la Encuesta Global de Percepción de Riesgos (en inglés, Global Risks Perception Survey- GRPS), que recoge las respuestas de los casi 1.500 expertos globales encuestados.
El informe analiza los riesgos globales a través de tres marcos temporales (actualidad, a 2 años y a 10 años) para apoyar a los decisores (Gobiernos, etc.) en equilibrar las crisis actuales y las prioridades para más largo plazo.
Entre los principales riesgos, a corto y largo plazo, destacan los medioambientales, los económicos, la polarización social, la desinformación o información falsa, los conflictos estatales armados, el malo uso de la inteligencia artificial y de otras tecnologías, así como la divisiones ideológicas y geopolíticas.
A continuación, se muestran las conclusiones claves del informe, resumiendo los principales riesgos y amenazas globales obtenidas de la Encuesta de Percepción de riesgos Globales (GRPS).
Un panorama global en deterioro
De los acontecimientos de 2023, hay muchos acontecimientos que captaron la atención de la gente en todo el mundo, mientras que otros recibieron a mínima atención.
Las poblaciones más vulnerables se enfrentan a amenazas letales como conflictos (desde Sudán hasta Gaza e Israel), junto a condiciones de calor sin precedentes, sequía, incendios forestales e inundaciones. El descontento social era palpable en muchos países, con ciclos de noticias dominados por polarización, protestas violentas, disturbios y huelgas.
A medida que entramos en 2024, los resultados de la Encuesta de Percepción de Riesgos Globales 2023-2024 (GRPS, por sus siglas en inglés) muestran unas perspectivas predominantemente negativas para el mundo en los próximos dos años, que se espera que empeorará durante la próxima década.
La mayoría de los encuestados (54%) anticipa en el corto plazo cierta inestabilidad y un moderado riesgo de catástrofes globales, mientras que otro 30% esperar condiciones aún más turbulentas. La perspectiva es notablemente más negativa en el transcurso de 10 años, con casi 2/3 de los encuestados esperando un panorama turbulento.
Las 4 fuerzas que condicionarán los riesgos Globales en la próxima década
El informe de este año realiza el análisis a través de cuatro “fuerzas estructurales” que darán forma a la materialización y gestión de los riesgos globales a lo largo la próxima década, es decir, cuatro elementos sistémicos del panorama global:
1. Las trayectorias relacionadas con el calentamiento global y sus consecuencias relacionadas para los sistemas terrestres (Cambio climático).
2. Los cambios en el tamaño, crecimiento y estructura de poblaciones de todo el mundo (“bifurcación demográfica”).
3. Aceleración tecnológica: vías de desarrollo para la “frontera de las tecnologías”.
4. Evolución en las fuentes de poder geopolítico y su concentración (Geoestratégico).
Como los países y sociedades buscan adaptarse a estas fuerzas cambiantes, su capacidad para prepararse y responder a los riesgos se verá afectados. Las transiciones en esa adaptación se caracterizarán por la incertidumbre y la volatilidad.
Imagen 1. 10 principales Riesgos Globales clasificados por severidad, en el corto y largo plazo
Fuente: World Economic Forum, Encuesta Global de Percepción (Global Risks Perception Survey-GRPS) 2023-2024.
Los riesgos medioambientales podrían llegar al punto de no retorno
Los riesgos ambientales siguen dominando el panorama riesgos en el Informe, en los tres períodos de tiempo analizados.
2/3 de los encuestados de GRPS clasifican el clima extremo como el riesgo principal con mayor probabilidad de presentar una crisis a escala global en 2024, con la fase de calentamiento de El Niño-Oscilación del Sur. También se considera el segundo riesgo más grave considerando el período de dos años.
En la clasificación del año 2024, casi todos los riesgos medioambientales figuran entre los 10 primeros a largo plazo.
Sin embargo, los encuestados de GRPS no están de acuerdo sobre la urgencia de los riesgos medioambientales, en particular sobre la urgencia en la pérdida de biodiversidad y colapso de los ecosistemas, y el cambio crítico en los sistemas terrestres:
Los encuestados más jóvenes clasifican estos riesgos mucho más elevadamente durante el período de dos años (ambos en el top 10) en comparación con los encuestados de mayor edad.
El sector privado destaca estos riesgos como principales preocupaciones a largo plazo, a diferencia de los encuestados de la sociedad civil o gobiernos que priorizan estos riesgos en períodos de tiempo más cortos.
Esta disonancia en percepciones de aumenta el riesgo de perderse momentos clave de actuación, lo que resultaría en consecuencias a largo plazo en “los cambios en los sistemas planetarios”.
En uno de los capítulos del Informe, llamado “Un mundo con 3°C”, se exploran las consecuencias de pasar a un “punto de inflexión” en el clima en la próxima década.
Una Reciente investigación sugiere en esos 3º grados el umbral para desencadenar cambios a largo plazo, potencialmente irreversibles y que se perpetúan a sí mismos.
Según el Informe, es probable que se supere antes de los previsto el calentamiento de la temperatura global en 1,5°C, que actualmente se prevé que sea alcanzado a principios de la década de 2030.
También los riesgos socioambientales tienen el potencial de acelerar el cambio climático mediante la liberación de emisiones de carbono, amplificando los impactos relacionados y amenazando a las poblaciones vulnerables al clima. La capacidad colectiva de las sociedades para adaptarse podría verse superada, considerando la magnitud de los potenciales impactos y las necesidades de inversión en infraestructura, dejando algunas comunidades y países sin capacidad de absorber y cambiar los efectos agudos y crónicos del rápido cambio climático.
Imagen 2. Riesgos que los encuestado en la GRPS creen más probables de generar una crisis a escala mundial en 2024
Fuente: World Economic Forum, Encuesta Global de Percepción (Global Risks Perception Survey-GRPS) 2023-2024.
A medida que crece la polarización y persisten los riesgos de la tecnología sin control, la “verdad” (información verdadera) estará bajo presión
La polarización social se sitúa entre los riesgos más importantes por impacto, tanto en el presente como en el horizonte temporal de dos años, ocupando el puesto número 9 en el largo plazo. Además, la polarización social y la crisis económica son consideradas como los riesgos más interconectados en el universo de la red de riesgos globales, por tanto, como como multiplicadores de posibles consecuencias en otros numerosos riesgos.
Emergiendo como el riesgo global más grave previsto durante los próximos dos años, la desinformación ampliará aún más las divisiones políticas y sociales.
Teniendo en cuenta que se espera que cerca de tres mil millones de personas vayan a las urnas en elecciones en varias economías durante los próximos dos años, el generalizado uso de información errónea y desinformación, y las herramientas para difundirla, puede socavar la legitimidad de gobiernos recién elegidos. Los disturbios resultantes podrían van desde protestas violentas y crímenes de odio hasta civiles confrontación y terrorismo.
Además, es probable que las percepciones de la realidad también se polaricen más, sobre temas que van desde la salud pública hasta justicia social. A medida que la verdad se ve socavada, a su vez el riesgo de propaganda y censura internas también aumentará. En respuesta a esa desinformación, los gobiernos podrían ser, cada vez más, facultados para controlar la información basándose en lo que determinan es “verdadero”. Las libertades de Internet, prensa y acceso a fuentes más amplias de información, están ya en riesgo de declive dirigiéndose hacia una represión más amplia de la información, en un conjunto más amplio de países.
Crecerán las tensiones económicas de los países y de las personas con bajos y medios ingresos
La crisis del costo de vida sigue siendo una gran preocupación en las perspectivas para 2024. La economía, los riesgos de inflación y de recesión económica son nuevos y notables participantes en el top 10 clasificaciones de riesgo en el período de dos años.
Aunque parece prevalecer por ahora un “aterrizaje más suave” de la economía, las perspectivas a corto plazo siguen siendo muy inciertas, con continuas presiones sobre los precios del lado de la oferta en los próximos dos años, desde las implicaciones en los mismos del fenómeno meteorológico del Niño hasta la potencial escalada de conflictos bélicos.
Y si los tipos de interés siguieran siendo relativamente altos durante más tiempo, las PYMES y los países muy endeudados estarían particularmente expuestos a sobreendeudamiento. El acceso al capital será más costoso para la mayoría de los países vulnerables. Los países vulnerables al clima o propensos a conflictos se verán cada vez más excluidos de infraestructura digital y física, y de las oportunidades del comercio e inversiones verdes y de los aspectos económicos relacionados con las mismas.
De manera similar, la convergencia de los avances de las tecnologías y de la dinámica geopolítica probablemente crearán un nuevo conjunto de ganadores y perdedores en los niveles avanzados y en desarrollo por igual.
Si los incentivos comerciales y geopolíticos siguiesen siendo los principales impulsores del desarrollo de la inteligencia (IA) y otras tecnologías de vanguardia, por encima del interés público, la brecha digital entre países de altos y bajos ingresos generará una marcada disparidad en la distribución de beneficios de los y riesgos.
Los Países y las comunidades vulnerables quedarían aún más atrasados, digitalmente aislados de los avances de la Inteligencia Artificial, impactándoles en la productividad económica, las finanzas, la respuesta al cambio climático, la educación y salud, así como a la creación de empleo.
A más largo plazo, el desarrollo y el progreso de los niveles de vida están en riesgo (por motivos tecnológicos y ambientales), y es probable que las tendencias tecnológicas afiancen los existentes desafíos en torno a la movilidad laboral y social, frenando las oportunidades de obtención de ingresos y de capacidades (formación) de los individuos y, por lo tanto, la capacidad de mejorar su situación económica.
La falta de la oportunidad económica es uno de los 10 principales riesgos en el mundo en el período de 2 años, aunque es menos preocupante para lideres globales a largo plazo.
Los altos índices de rotación laboral (tanto en la creación como en la destrucción de empleo) potencialmente podría generar mercados laborales profundamente bifurcados entre los países desarrollados y los países en desarrollo, así como dentro de ellos.
La reducción de los caminos individuales hacia la estabilidad en los medios de vida también afectaría al desarrollo derechos humanos (desde de la pobreza hasta el acceso a la educación y la atención sanitaria).
Las tensiones geopolíticas latentes combinadas con la tecnología, generan nuevos riesgos para la seguridad
El conflicto armado entre Estados es un nuevo participante en las principales clasificaciones de riesgo en el horizonte de dos años.
El contagio de los conflictos es un factor clave de preocupación. Actualmente hay varios conflictos congelados que corren el riesgo de agudizarse en los próximos años, debido a amenazas de desbordamiento o a la creciente fragilidad de los Estados. Esto se convierte en un riesgo aún más preocupante en el contexto de los recientes avances tecnológicos.
A más largo plazo, los avances tecnológicos, incluida la IA generativa, permitirá a una serie de actores estatales y no estatales para acceder a un “estado sobrehumano” de conocimientos para conceptualizar y desarrollar nuevas herramientas de disrupción y conflicto, desde malware a las armas biológicas.
En este entorno, las líneas entre el estado, el crimen organizado, las milicias privadas y los grupos terroristas se desdibujaría aún más. Un amplio conjunto de actores y entidades no estatales capitalizará los sistemas debilitados, consolidando el ciclo entre conflicto, fragilidad, corrupción y delito.
Las dificultades económicas (combinadas con avances tecnológicos, escasez de recursos y conflictos) es probable que empujen a más personas hacia el crimen, la militarización o radicalización y contribuir a la globalización de crimen organizado en objetivos y operaciones
La creciente internacionalización de los conflictos por un conjunto más amplio de poderes podría conducir a consecuencias más mortíferas y una guerra prolongada y una situación de crisis humanitaria abrumadora.
Con múltiples estados involucrados en confrontaciones, y tal vez incluso una guerra directa, los incentivos para condensar el tiempo de decisión a través de la integración de la IA crecerá. El avance de la inteligencia artificial en la toma de decisiones en caso de conflicto aumentar significativamente el riesgo de accidente o intencional escalada en la próxima década.
Las divisiones ideológicas y geoeconómicas alterarán la gobernanza en el futuro
Una división más profunda a escala internacional entre múltiples polos de poder, paralizarían la cooperación internacional, los mecanismos de gobernanza y desviarían la atención y los recursos de las grandes potencias lejos de las necesidades urgentes que plantean los riesgos globales.
En relación a las perspectivas políticas globales para cooperación en materia de riesgos durante la próxima década, 2/3 de los encuestados de la GRPS piensan que nos enfrentaremos a un orden multipolar fragmentado en el que las grandes potencias establecen ( o rechazan) y hacen cumplir reglas regionales y normas.
Durante la próxima década, a medida que la insatisfacción con el continuo dominio del mundo de los países del “Norte” crece, un conjunto de estados buscará una influencia con mayor impacto en el escenario global, reafirmando su poder en el ámbito militar, tecnológico y económico.
Mientras tanto, los estados del “Sur” soportarán la peor parte de una el cambio climático, las secuelas de las crisis de la era pandémica y las divisiones geoeconómicas entre las principales potencias.
Los esfuerzos coordinados para aislar a los estados “delincuentes” sean probablemente cada vez más inútiles. Podrían dejarse de lado los esfuerzos de gobernanza y mantenimiento de la paz, esfuerzo en los que los gobiernos han demostrado ser ineficaces para “vigilar” los conflictos.
El cambiante equilibrio de la influencia en materia de asuntos globales es particularmente evidente en la internacionalización de conflictos, donde las grandes potencias estarán cada vez más dispuestas a prestar apoyo y recursos para obtener apoyo político de los aliados, pero también dará forma a la gestión de riesgos globales en un sentido más amplio.
Imagen 3. Perspectivas globales a corto y largo plazo. ¿Cuál de las siguientes opciones representa mejor su perspectiva del mundo para los siguientes períodos de tiempo?
Fuente: WEF, Encuesta Global de Percepción (Global Risks Perception Survey-GRPS) 2023-2024.
Oportunidades de acción para abordar los riesgos globales en un mundo fragmentado
Si bien la cooperación se verá presionada negativamente en este mundo, no obstante, quedan oportunidades clave para la acción que se pueden tomar a nivel local o internacionalmente, que pueda reducir significativamente el impacto de los riesgos globales.
Estrategias que aprovechen la inversión y la regulación puede reducir el impacto de esos riesgos inevitables para los cuales podemos prepararnos. Tanto el sector público como el privado pueden desempeñar un papel clave para extender estos beneficios a todos, priorizando el futuro y centrándose en la investigación y el desarrollo, haciendo del mundo un lugar más seguro.
Las acciones colectivas de ciudadanos individuales, empresas y países pueden parecer insignificantes por sí solos, pero con una masa crítica pueden hacer avanzar hacia la reducción del riesgo global. Finalmente, la colaboración transfronteriza sigue siendo fundamental para los riesgos que son decisivos para seguridad y prosperidad humanas.
La próxima década marcará el comienzo de un período de importantes cambios, ampliando nuestra capacidad de adaptación al límite.
En este período de tiempo es concebible una multiplicidad de futuros completamente diferentes, y según el Global Risk Report 2024 “el camino positivo puede moldearse a través de nuestras acciones para abordar los riesgos globales hoy”.
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