El Misterio de reinventarse (elige tu propio camino)
No cedas el control total de tu desarrollo profesional a tu empresa.
Primera entrega sobre el libro "El Misterio de reinventarse" de Vicente de los Ríos", en este post explica la necesidad de tener un plan propio de desarrollo profesional.
Vivimos en un entorno laboral en constante evolución en el que cada vez es más habitual cambiar varias veces de empleo o de profesión durante nuestra vida profesional.
Los jóvenes que actualmente se están incorporando al mercado de trabajo cambiarán varias veces de empleo y, muchos de ellos, de profesión. La reinvención profesional ha llegado para quedarse y se hace esencial en el caso de trabajadores más senior que son prematuramente expulsados del mercado laboral.
¿Hay vida más allá de un despido o una prejubilación? Sí. Así lo afirma Vicente de los Ríos, autor del libro “El misterio de reinventarse”, en el que narra en primera persona su tránsito profesional como ejecutivo en una empresa multinacional a trabajar como asesor de empresas, mentor de directivos, profesor y conferenciante en el ámbito de la transformación digital.
Es un libro optimista en el que el autor busca ayudar a los profesionales a entender que tienen que ser protagonistas de su desarrollo gracias a 10 principios que considera imprescindibles para reinventarse
En este artículo nos centraremos en el primero de los principios de este manual:
No cedas el control total de tu desarrollo profesional a tu empresa
Las personas no se reinventan de golpe, sino que evolucionan a lo largo de su vida. Hay un factor muy importante en estos procesos de reinvención, y es que cada uno debemos ser responsables de nuestro futuro profesional.
Los jóvenes que se incorporan a este mercado, en muchos de los casos, ya vienen condicionados por sus padres en cuanto a los estudios universitarios. En estos primeros empleos que desempeñamos, la ilusión prima ante cualquier otra cosa: formar parte de un proyecto empresarial, los primeros compañeros, el primer sueldo…
Es una etapa en la que pensamos más en la empresa que en nosotros mismos porque es el camino más adecuado para empezar, pero con el paso de los años empezamos a asumir compromisos profesionales. A muchos su trabajo se les reconoce a través de promociones y nuevos retos y esto hace que nos queramos entregar más a la compañía.
Vicente de los Ríos destaca que no se puede ser un buen profesional si se deja de lado el ámbito personal, y es que cuando sabemos equilibrar ambos terrenos, es entonces cuando lograremos serlo.
Generalmente es la empresa quien gestiona tu desarrollo profesional. Muchas veces se tiene la suerte de contar con un equipo en la empresa que se implica en tu desarrollo y en el de los demás trabajadores. Aun así, el último gestor de tu desarrollo profesional debes ser tú mismo.
Esto debe ser una prioridad para ti, en la que debes tener una actitud proactiva, siendo capaz de conocer muy bien en qué eres bueno y en qué tienes que mejorar, siendo crítico contigo mismo. Es decir, es muy importante realizar un análisis interno de tus capacidades para poder detectar tus fortalezas y debilidades y cómo trabajarlas.
El ejercicio realizado anteriormente, conocido como el DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades), es una tarea útil para empezar a tener el control de tu propio desarrollo profesional.
Este ejercicio es muy importante realizarlo ya que es muy importante para centrar hacia donde tienes que desarrollarte y por ello, es esencial contar con la colaboración de personas que puedan complementar tu visión sobre tus propias capacidades. Sería bueno recurrir a tu jefe y/o antiguos jefes, compañeros de trabajo e incluso amigos que, aunque no compartan ese ámbito profesional, puedan complementar tu visión.
Hay tres temas que debemos separar a la hora de hacer nuestro propio análisis interno: competencias, conocimientos y factores.
Respecto a las competencias, es importante definir qué competencias tienes a la hora de liderar un equipo o si, por el contrario, destacas más por tu experiencia en otros ámbitos. Uno de los errores más grandes es convertir a un gran experto en un mal jefe. El profesional debe realizar un análisis para saber si está capacitado o no para asumir responsabilidades de liderazgo.
Debemos saber qué se demanda en el mercado y en los demás sectores. Es muy importante analizar otros entornos a través de la recopilación de información de fuentes y de nuestra propia red de contactos profesionales que nos permitan ampliar nuestra visión.
Dentro de los conocimientos, son más cambiantes que las competencias y más específicos del puesto de trabajo, empresa y sector.
Primero es esencial identificar el déficit del puesto actual y tener claro qué va a demandar ese mismo puesto en el futuro próximo. Es muy importante tener claro qué conocimientos tengo que validar dentro de mis debilidades y fortalezas.
Por último es importante analizar los factores, que son clave a la hora de enfocar el desarrollo profesional. Un factor sería por ejemplo la disponibilidad geográfica, que trae consigo una serie de factores a considerar también: cambiar de empresa, nivel salarial, objetivos, cambiar de sector…
Lo realmente importante es trabajar con los déficits de tu área de debilidades.
Si no sueñas con un futuro profesional mejor, nunca lo tendrás. ¡Sueña y ponte en marcha!
Conoce los otros 9 principios que Vicente de los Ríos considera esenciales para la reinvención de uno mismo.
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