Estados Unidos: Una referencia en el ahorro para la jubilación
Más de un tercio del ahorro de los estadounidenses está destinado a la jubilación
Los sistemas de pensiones de los países desarrollados se encuentran en pleno proceso de reformas, acuciados por unas proyecciones demográficas que se erigen como un verdadero reto para su sostenibilidad.
Entre las medidas que se han introducido o se están introduciendo paulatinamente para hacer frente a estas nuevas realidades se encuentran el retraso en la edad de jubilación, medidas para el fomento de la jubilación activa o nuevas fórmulas para determinar la cuantía de la pensión.
Además, esta nueva realidad está poniendo de manifiesto la necesidad de un importante cambio de mentalidad a la hora de planificar una etapa de la vida tan especial como la jubilación, en el sentido de que los países que han gozado de sistemas públicos de pensiones de amplia cobertura empiezan a transmitir a sus ciudadanos la necesidad de que asuman un mayor protagonismo en el bienestar de su futura etapa de retiro.
Este es por ejemplo el caso de España, que actualmente provee una de las pensiones más generosas en proporción al último salario de los trabajadores en activo, cubriendo aproximadamente el 80%, y que se enfrenta a un futuro en el que las pensiones posiblemente cubran un porcentaje notablemente menor de ese último salario, quizá en niveles del 50% en pocas décadas.
Paradójicamente, España es uno de los países en los que peor planificación de la jubilación realizan sus ciudadanos. Un Estudio Anual de Preparación de la Jubilación elaborado por Aegon, apuntaba hace unos pocos años que España es de los países en los que menos se ahorra para la jubilación, sólo por delante de Japón, Hungría, Francia y Polonia.
Y esto, curiosamente, pese a que sí existe preocupación por parte de los españoles respecto a su futura jubilación. De acuerdo con los datos de la 3ª encuesta BBVA sobre jubilación y hábitos de ahorro, el 86% de los ciudadanos consideraba necesario ahorrar para complementar su futura pensión pública de jubilación, aunque solo un 46% lograba hacerlo. Hay por tanto mucho trabajo por delante en esta tarea.
Estados Unidos, un modelo de ahorro a seguir
El modelo estadounidense es ciertamente diferente al español y a la mayoría de los modelos que predominan en el continente europeo. La cobertura pública en el país norteamericano se ciñe a servicios básicos muy limitados y deja en manos de la iniciativa privada, bien en el ámbito personal o bien en el de la empresa, el peso casi mayoritario de la provisión de ingresos en la jubilación.
Existen dos sistemas de ahorro:
- Sistema 401(k): Es un plan de pensiones promovido por las empresas y donde el trabajador invierte una parte de su salario. El trabajador podrá igualar las aportaciones que realice el empresario y gozará de importantes incentivos fiscales.
- Sistema IRA: Es un sistema de ahorro individual que permite invertir un máximo de 5.500 dólares a individuos hasta 50 años y 6.500 dólares a individuos mayores de 50 sin efecto fiscal. La condición es que esta inversión sólo puede proceder de sus ingresos anuales.
El ahorro, en cifras
Según datos de la OCDE, los ahorradores americanos ostentan el 65,4% de todo el patrimonio bajo gestión en fondos de pensiones en el mundo, alcanzando a cierre de 2019 18,8 billones de dolares (en computo continental europeo, es decir 18,8 trillones de dolares en computo anglosajón).
El 30% de este ahorro a jubilación está canalizado, directa o indirectamente, en fondos de inversión (Fuente: ICI-asociación estadounidense de fondos de inversión).
Dos cosas llaman la atención poniendo estos datos en perspectiva:
Por un lado, en Estados Unidos la concienciación respecto a su futura jubilación es mucho mayor que en España, donde es especialmente escasa. Es obvio que al estar basado el sistema americano casi totalmente en la previsión privada, la iniciativa de los individuos se hace fundamental, pues no hay apenas alternativa. Ahora bien, una realidad en España cada vez más clara es que no será posible una jubilación holgada sin aportación de ahorro privado que complemente la pensión pública. Urge un cambio de mentalidad y mayor acción por parte de los ciudadanos.
Existe una importante diferencia entre la forma de canalizar el ahorro. En Estados Unidos, donde existe una visión del mismo a largo plazo, priman vehículos como los fondos de inversión, vehículos muy flexibles. Sin embargo en España, aunque cada vez han ido cobrando mayor protagonismo productos como fondos de inversión, planes de pensiones o seguros de ahorro, se ha basado y se sigue basando el ahorro en productos tan dispares como la vivienda (con un enorme predominio de la compra respecto al alquiler) o los depósitos, productos de ahorro a corto plazo sin incentivos fiscales y objetivos de rentabilidad modestos.