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Informe AIReF sobre los beneficios fiscales: ¿por qué debería mantenerse la fiscalidad de los planes de pensiones individuales? (parte 1)

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

La AIReF-Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal ha enviado recientemente al Gobierno un informe en el que plantea revisar algunos de los 13 beneficios fiscales que ha analizado. Uno de esos beneficios son las reducciones por aportaciones a sistemas de previsión social, de los que ha indicado que no cumplen el objetivo para el que fueron creados.

La AIReF es un organismo independiente de control fiscal creado en 2013 por el Gobierno y que tiene por objeto velar por la sostenibilidad de las finanzas públicas En este informe (segunda fase Spending Review 2019-2020), la AIReF argumenta que el ahorro a largo plazo no se ha desarrollado adecuadamente en España en las pasadas décadas, pese al incentivo fiscal de la deducción en el IRPF de las aportaciones realizadas a sistemas de previsión social hasta la menor entre 8.000 euros o un 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas. Además, indica en su informe que la deducción es regresiva (favorece a las rentas más altas) y que debería hacerse una reformulación completa de la misma. Asimismo, en marzo de 2020 la AIREF cifró en 1.643 millones de euros el incremento de los ingresos tributarios “si se eliminase la deducción de la aportación a planes de pensiones”. Exponemos en este y en otros artículos algunos de los motivos de por qué se debería mantener la actual deducibilidad en el IRPF de aportaciones a planes de pensiones individuales y a instrumentos alternativos con la misma fiscalidad, como los Planes de Previsión Asegurados-PPA, para que, necesariamente  junto con otras medidas, consigan un tan necesario desarrollo del ahorro complementario a la pensión pública de jubilación.

La fiscalidad de los productos de productos de previsión social individual. Situacion actual y razones para mantenerla

Entre los argumentos a favor de mantener la fiscalidad de los planes de pensiones individuales estarían los siguientes:
  • Se argumenta en el informe que la fiscalidad no ha logrado los objetivos buscados de ahorro captado. Es lógico, porque es una medida necesaria pero no suficiente por si sola, como se ha demostrado en muchos otros paises, por lo que debería ir acompañada de otras medidas para desarrollar una cultura del ahorro y la planificación financiera.
  • El tratamiento fiscal del ahorro en planes de pensiones en España no es un sistema de incentivación fiscal sino realmente de diferimiento fiscal: es decir se envía el impuesto al futuro (las aportaciones se deducen, pero se tributa por el conjunto de la prestación, incluidos los rendimientos, en el momento de cobro).
  •  Los principales beneficiados por el actual tratamiento fiscal de las aportaciones de los planes de Pensiones son las personas con rentas medias y medias-bajas, y no las personas de rentas altas como se ha argumentado en ocasiones para justificar su eliminación. Según datos de la Agencia Tributaria de 2017, el 51,3% de los aportantes a Planes de Pensiones ganan menos de 30.000 euros y el 72% ganan menos de 42.000 euros.
  • La mayoría de paises de Europa y de la OCDE tienen el mismo sistema fiscal para los planes de pensiones que el que tiene en España ( el llamado “EET”, es decir aportaciones exentas o deducibles, rendimientos exentos hasta el momento del rescate, prestaciones sujetas) y en la mayoría de ellos estos instrumentos tienen un mejor tratamiento fiscal que en España (normalmente mayor importe de aportaciones deducible).
  • Aunque el Gobierno ponga el foco en impulsar la previsión social empresarial (ahorro a través de productos promovidos por el empleador - 2º Pilar), la misma por si sola difícilmente podrá conseguir en el futuro su objetivo de cumplimentar la pensión publica hasta los niveles de tasa de sustitución respecto al último salario deseados (es decir, similares a los actuales) sin el complemento del ahorro voluntario individual (3º Pilar). A su vez necesita de la existencia de productos individuales de previsión social con un adecuado tratamiento fiscal, especialmente para autónomos y trabajadores con contrato temporal o parcial, cuyo acceso al ahorro a través de planes de empleo de empresa es inexistente. En otros paises se ha constatado que los productos de pensiones individuales son instrumentos idóneos para la previsión social de los trabajadores de PYMES y los únicos disponible para autónomos.
  • Es necesario de mantener instrumentos de ahorro individuales, y por lo tanto su fiscalidad, para el ahorro ocupacional de una serie de grupos profesionales, como los autonomos (16% de la población trabajadora en España), así como para las aportaciones familiares a favor de personas dependientes, por ejemplo, aquellas con minusvalías (que son grupos en mayor riesgo de pobreza).
  • Que probablemente lo que sea necesario es hacer un replanteamiento de la actual fiscalidad de los PPI y los PPA, en lugar de eliminarla, por ejemplo, revertiendo la deducción a la que tenga derecho el participe como más aportación al Plan de Pensiones en lugar de devolverla en dinero líquido en cuenta corriente a ese contribuyente. Asimismo, es posible que se deban premiar las conductas de ahorro periódico recurrente (mensual, trimestral, anual…) frente a las de aportaciones extraordinarias sin periodicidad.
  • Las comisiones cobradas por la gestión y depósito de los planes de pensiones han sufrido un importante ajuste en los últimos 10 años, colocándose en la línea de otros paises de nuestro entorno. Este hecho hace atractivo este tipo de producto para los ahorradores ya que optimiza la rentabilidad real que obtienen.
  • Finalmente, pero quizás el más importante argumento, es que desarrollar un mercado nacional de fondos de pensiones genera inversión (los planes de pensiones son inversores destacados en deuda pública nacional, en infraestructuras, en proyectos empresariales nacionales) y por lo tanto empleo y riqueza para la economía española, tal y como se ha demostrado en otros paises de la OCDE. Nuestro mercado de pensiones privadas es muy pequeño y necesita crecer para conseguir ese objetivo de ser un motor de nuestra economía. Mantener la fiscalidad de los planes de Pensiones (deducción de las aportaciones), junto otras medidas necesarias de apoyo al ahorro, incrementará la inversión en nuestro país. Por si sola, tal como se ha demostrado hasta ahora, no podrá conseguirlo.
 Informe AIReF sobre los beneficios fiscales: ¿porque debería mantenerse la fiscalidad de los planes de pensiones individuales? (parte 2)

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