Jubilación anticipada: diferencias entre despido objetivo y colectivo y despido procedente e improcedente
Podrán acceder a la jubilación anticipada por cese involuntario los trabajadores, además de cierta edad y de ciertas cotizaciones, deben reunir otros requisitos relacionadas con la forma de extinción de su relación laboral
El concepto de situación de restructuración empresarial
Para acceder a la jubilación anticipada involuntaria se requiere que el cese en el trabajo se haya producido como consecuencia de una situación de reestructuración empresarial que impida la continuidad de la relación laboral.
A estos efectos, las causas de extinción del contrato de trabajo que podrán dar derecho al acceso a esta modalidad de jubilación anticipada serán:
- El despido colectivo por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
- La extinción del contrato por resolución judicial, conforme a la Ley Concursal.
- La muerte, jubilación o incapacidad del empresario individual o la extinción de la personalidad jurídica del contratante.
- La extinción del contrato de trabajo motivada por la existencia de fuerza mayor constatada por la autoridad laboral.
En los dos primeros supuestos, la forma de acreditar este despido será mediante documento de la transferencia bancaria recibida o documentación acreditativa equivalente, de haber percibido la indemnización correspondiente derivada de la extinción del contrato de trabajo o haber interpuesto demanda judicial en reclamación de dicha indemnización o de impugnación de la decisión extintiva.
Asimismo, la extinción de la relación laboral de la mujer trabajadora como consecuencia de ser víctima de la violencia de género dará acceso a esta modalidad de jubilación anticipada.
La acreditación de la involuntariedad
Se trata de acreditar que la situación es verdadera y no involuntaria y que ha sido el empresario, quien ha finalizado la relación laboral.
Los trabajadores, en estos supuestos, tienen reconocida una indemnización de 20 días por año de servicio, prorrateándose por meses los tiempos inferiores a un año, siempre con un máximo de 12 mensualidades.
La otra opción para acreditar el derecho es, si no se ha percibido la indemnización correspondiente o la cuantía abonada no se entienda correcta, que se presente la certificación de la impugnación de dicha indemnización.
Y, además, la norma reconoce otra posibilidad para acceder al derecho: la acreditación de la impugnación del despido.
Los efectos de la impugnación del despido
Otro tema es que este despido impugnado sea posteriormente reconocido como improcedente por los Juzgados.
La Seguridad Social a veces había denegado el acceso a la jubilación anticipada en estos supuestos, alegando que si se declara el despido como improcedente, se reconocia que no es válido el despido colectivo u objetivo y, por tanto, se perdía la causa por la que se accede al derecho. Denegaban el derecho fundamentalmente en los casos en que antes del juicio, en la conciliación previa, las partes llegaban por acuerdo a la declaración como improcedente del despido. En este caso, no es una declaración judicial, sino que son las partes las que deciden que no existe dicho despido.
Este criterio ha cambiado.
En este sentido, recientes sentencias reconocen el derecho a la jubilación anticipada a aquellos trabajadores despedidos por causas objetivas a pesar de haber demandado a la empresa por despido improcedente y haber logrado ese reconocimiento en un acto de conciliación.
Esta es una nueva jurisprudencia a aplicar a estos casos, de modo que los trabajadores que cumplan las condiciones en un primer momento, puedan acceder a la jubilación anticipada con independencia de su decisión sobre la posible impugnación de la extinción que origina tal derecho y si se declara procedente o improcedente.