La importancia de una buena planificación financiera
Descubre las ventajas de planificar tu ahorro para lograr los objetivos financieros fijados
Todos los individuos, en mayor o menor medida, tienen presentes las bondades del ahorro. “Real ahorrado, real ganado”, que dice el refranero popular. O “el que ahorra siempre tiene” que hemos oído en numerosas ocasiones.
Sin embargo, el ahorro, que realmente comienza con la firme decisión de llevarlo a cabo, no debe limitarse a la mera acumulación de capital, sino que es un proceso que requiere de una planificación previa, en la que determinaremos, en primer lugar cual es nuestro objetivo de ahorro.Puede parecer evidente, pero es una de las cuestiones clave a la hora de comenzar a ahorrar. Lógicamente no nos enfrentaremos a los mismos retos en un objetivo de ahorro para la jubilación que a un objetivo de ahorro para renovar el vehículo. Hay dos variables fundamentales que influyen en el proceso de ahorro. Veamos cuales son:
- Horizonte temporal: Queda muy patente retomando el ejemplo anterior. El objetivo de ahorro para la jubilación es un objetivo a largo plazo mientras que el objetivo de ahorro para cambiar el vehículo es un objetivo de corto o medio plazo (que puede rondar, en media, los cinco años). Un horizonte más amplio nos permite ser más flexibles en nuestra estrategia que un horizonte más reducido, donde tenemos menos margen de maniobra. Por otro lado, parece evidente también que cuanto más reducido sea el plazo del que disponemos, mayor será el esfuerzo financiero que requerirá el objetivo. Aplicado a la jubilación, de ello la necesidad de comenzar a planificarla lo antes posible.
- Riesgo: Esta variable está muy ligada a la anterior. Un objetivo financiero a, por ejemplo, dos años vista, nos va a exigir ser muy conservadores a la hora de invertir nuestro ahorro, pues en un plazo tan corto de tiempo apenas podemos desviarnos del objetivo. Un objetivo financiero a largo plazo, como es el caso del ahorro para la jubilación, va a poder permitirnos ir modificando nuestra estrategia de inversión desde posiciones menos conservadoras (a una edad de 30 años, donde tenemos el objetivo a más de 30 años vista) a posiciones más conservadoras (por ejemplo, a los 60 años, donde estamos a unos pocos años de nuestro objetivo). Independientemente del horizonte temporal, el riesgo tiene un componente personal: hay individuos que son más aversos al riesgo que otros.
¿Qué aporta la planificación financiera?
El objetivo de la planificación financiera es optimizar los recursos y canalizarlos correctamente para la consecución de las necesidades futuras. Por tanto, nos ofrece una importantísima ventaja: minimiza los factores que pueden desviar nuestros recursos en su camino a cubrir nuestras futuras necesidades.
¿La planificación financiera es para mí?
Sí. Suele existir la creencia de que la planificación del ahorro es algo que interesa a los “patrimonios elevados”. Realmente es una creencia infundada, pues en dicho caso suele haber más facilidad para cubrir las necesidades futuras, mientras que la mayoría de las personas encontrarán en la planificación una ventajosa herramienta para mejorar su calidad de vida presente y futura.
En términos de ahorro, probablemente el principal hito en la vida de una persona es la jubilación, pues produce, y cada vez en mayor medida, una reducción de rentas respecto a la etapa activa, lo que hace cada vez más necesario planificar cómo vamos a complementar nuestras rentas públicas con nuestros recursos privados para poder disfrutar de nuestro retiro soñado. Otros objetivos financieros destacables en la vida de una persona son:
- Generación de un "colchón" de ahorro para imprevistos.
- Cobertura de situaciones de fallecimiento o invalidez.
- Compra de bienes duraderos (casa, vehículo).
- Ahorro para los estudios de los hijos.