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Pensiones   7 Ene 2019

Los beneficios para el cerebro de tocar un instrumento musical

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

Tocar un instrumento puede ayudar a frenar el efecto del paso del tiempo en nuestro cerebro

Existen numerosos estudios que confirman que aprender a tocar un instrumento es beneficioso para la función cerebral a cualquier edad. Por tanto, aprender a tocarlo en la madurez también reporta muchos beneficios para la salud en general y para el cerebro en particular. Si en los niños esta actividad contribuye a fortalecer su inteligencia y despierta su mente, en los adultos también consigue frenar, en cierta medida, las consecuencias del paso de los años en el cerebro.

Según los expertos, tocar un instrumento musical es una de las formas más eficaces para estimular la inteligencia y para entrenar el cerebro a distintos niveles. Esta práctica requiere que varias partes del cuerpo participen de ella a la vez, por lo que se ha comprobado que ayuda a la movilidad, fomenta el desarrollo psicomotriz, influye en la conducta y facilita el desarrollo de la memoria y el lenguaje.

Aprender a tocar un instrumento requiere de la actividad de varias partes del cerebro, puesto que implica a la memoria, pero también a la lógica y a la movilidad, por ejemplo. De hecho, esta actividad requerirá que se muevan las manos o los dedos y requerirá también coordinación y atención. La música consigue, entonces, que se incremente la capacidad que tiene el cerebro para adaptarse y cambiar, y mejora la neuroplasticidad.

En definitiva, puede afirmarse que tocar un instrumento prepara al cerebro para poder discernir lo que es importante en un proceso complejo, como puede ser la lectura o los recuerdos.

Los beneficios para los mayores de tocar un instrumento

Todas estas aseveraciones cobran una significación más especial cuando nos aseguran que aprender a tocar un instrumento musical puede ayudar a reducir los efectos del deterioro mental y cognitivo que se asocia al envejecimiento. No en vano, en muchas ocasiones, esta actividad se convierte en una herramienta terapéutica en toda regla, como activador de funciones importantes que se pierden con la edad, como es la memoria auditiva, la capacidad para oír o para mantener una conversación en espacios ruidosos. Estos deterioros, de producirse, lo hacen de forma mucho más lenta en aquellas personas que a lo largo de su vida han tocado algún instrumento musical.

Los autores de un estudio que han realizado en la Northwestern University, en Estados Unidos, reconocen que todos estos beneficios se consiguen porque los tonos musicales activan el sistema nervioso, activando al mismo tiempo todas las partes del cerebro que intervienen en la actividad.

Otro estudio realizado en la Universidad de Kansas añade que las personas que tienen una mayor experiencia musical consiguen tener una mayor agudeza visual espacial. Además, en ellas, el cerebro demuestra tener mayor capacidad para adaptarse a información nueva. Los investigadores creen que esto se produce gracias a la práctica y el aprendizaje que requiere tocar un instrumento musical, a través de los cuales se crean algunas conexiones neuronales en el cerebro que compensan las pérdidas cognitivas que surgen con el paso de los años. 

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