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Estoy trabajando   20 Ene 2020

Me he quedado en paro: ¿cómo proteger mi futura pensión?

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

La planificación de la jubilación es un proceso esencial que sirve, entre otras cosas, para poder afrontar imprevistos. El desempleo es uno de ellos

La situación de desempleo es una contingencia por la que cada vez pasan más trabajadores a lo largo de algún momento de su vida profesional. El “empleo para toda la vida” es algo cada vez más infrecuente y en alguno de los tránsitos profesionales que un trabajador efectúa a lo largo de su vida es habitual pasar por un periodo de desempleo.

Quedarse en paro tiene diferentes implicaciones según el momento vital en el que nos suceda. La reubicación de los jóvenes suele ser más sencilla que la de los trabajadores más experimentados. Pero no es esta la única diferencia. La situación de desempleo tiene implicaciones financieras tanto en el corto como en el largo plazo.

El desempleo en el corto plazo

La principal implicación es sin duda la reducción de ingresos que esta situación supone. Pese a que se encuentra protegida por la prestación contributiva por desempleo (durante un máximo de 24 mensualidades), no se ingresa lo mismo mientras se cobra el paro que con anterioridad al cese. Concretamente la cuantía de la prestación es:

  • Durante los seis primeros meses se percibe el 70% de la base reguladora. Ésta es la media de las bases por las que cotizó el trabajador los 180 días previos al cese.
  • Desde el séptimo mes, se percibe el 50% de dicha base reguladora.

Además es importante tener en cuenta que la prestación está topada a las siguientes cantidades (2020):

  • Cuantía máxima sin hijos: 1.098,09 euros mensuales.
  • Cuantía máxima con un hijo: 1.254,96 euros mensuales.
  • Cuantía máxima con dos o más hijos: 1.411,83 euros mensuales.

El desempleo en el largo plazo

La situación de desempleo puede tener un impacto directo en la futura jubilación del trabajador al que afecta, especialmente si tiene lugar en el periodo de tiempo que se tomará como referencia para el cálculo de la pensión, que desde 2022 será el intervalo de 25 años inmediatamente anteriores a causar el derecho. El impacto en este caso es menor en un trabajador joven, fuera de dicho intervalo, que en un trabajador de, por ejemplo, 50 años.

Las cotizaciones para la jubilación durante el desempleo

En este caso pueden producirse diferentes situaciones:

  • Mientras se perciba la prestación contributiva por desempleo, se cotiza para la jubilación por una base similar a la que se cotizaba con anterioridad al cese. En este caso no existe impacto y se podría seguir cotizando los 24 meses que se puede percibir la prestación.
  • Una vez agotada la prestación contributiva por desempleo, se podría seguir cotizando si se acreditan los requisitos para percibir el subsidio para mayores de 52 años. Ésta es la única ayuda que cotiza para la jubilación y lo hace por la base mínima.
  • Si no podemos acceder a esta ayuda o podemos acceder pero deseamos cotizar por una base más elevada, podremos suscribir un convenio especial con la Seguridad Social mediante el cual asumiremos el abono de las cuotas correspondientes. Las cotizaciones mediante este convenio computan para la jubilación a todos los efectos. Es importante tener en cuenta que el plazo máximo para suscribirlo finaliza pasado un año desde que cesa la obligación de cotizar.

Lógicamente el convenio tiene un coste para quien lo suscribe. Éste será el 28,3% de la base de cotización elegida y ajustado el resultado al 94%. Por ejemplo, para una base de cotización de 1.000 euros, el coste sería:

1.000×28,3%x94% = 266,02 euros mensuales.

La importancia del ahorro

Comenzar a ahorrar para la jubilación con mucha antelación es algo que en general cuesta asimilar con la excusa de que queda mucho tiempo hasta que nos retiremos. Sin embargo, ésta es una de las muchas razones que lo justifican: podemos enfrentarnos a muchos imprevistos a lo largo de la vida y si no hemos sido previsores, en ocasiones puede ser tarde para reaccionar.

Una situación de desempleo puede trastocar nuestros planes para la jubilación, o puede no hacerlo si contamos con un ahorro con el que poder abordar un convenio especial si es necesario o bien complementar una pensión de jubilación penalizada por un periodo de desempleo.

El grueso del ahorro para la jubilación hay que realizarlo precisamente en los años en los que vemos la jubilación lejana. Con ella a la vuelta de la esquina puede ser tarde. 

 

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