Planes de Pensiones que se adaptan a tu edad de jubilación
Ya conocemos la importancia de adaptar nuestro ahorro para la jubilación al tiempo que nos queda para la misma. ¿Conoces los productos que lo hacen de manera automática?
La importancia de la correcta gestión del ahorro para nuestra jubilación es un tema que hemos tratado en numerosas ocasiones. Por un lado, la importancia de comenzar con el mismo lo antes posible, así como ser constante aún con pequeñas aportaciones. Por otro lado, la necesidad de adaptar el perfil de riesgo de nuestro ahorro para la jubilación a la etapa vital en la que nos encontremos, pues el enfoque será considerablemente distinto en función de la edad que tengamos y, por tanto, el horizonte temporal que nos quede hasta la jubilación.
¿Cual es el proceso adecuado?
En los primeros años de ahorro para la jubilación, que deberían coincidir con nuestros primeros años en el mercado laboral, nuestro perfil de riesgo respecto a ese ahorro es “agresivo” o “decidido”. Tenemos un amplio horizonte temporal hasta la jubilación, con lo que podemos optar por inversiones con un cierto componente de riesgo para optar a rentabilidades más atractivas, ya que nuestro margen de maniobra es elevado.
En nuestra siguiente etapa, entre los 40 y 55 años aproximadamente, nos deberíamos posicionar respecto al ahorro para la jubilación en un perfil “moderado”. La jubilación ya está algo más cerca y debemos empezar a moderar gradualmente nuestra exposición a activos volátiles como la renta variable (también conocida popularmente como “bolsa”).
Los últimos años previos a la jubilación (la última década podemos decir), es una etapa donde lo crítico es consolidar el ahorro, pues nuestro horizonte hasta la jubilación es reducido, por lo que debemos situarnos en opciones de ahorro de perfil “conservador”, donde evitemos riesgos innecesarios.
Este proceso no se realiza de manera automática. El ahorrador, bien por su cuenta o bien de la mano de un asesor financiero, debe tomar decisiones en cada momento de cara a situar su ahorro en los activos adecuados tanto a su edad como a las circunstancias externas adecuadas, como pueden ser entorno económico, tipos de interés, estado de la bolsa, etc.
Requiere, por tanto, un conocimiento, bien sea por parte del propio ahorrador, de su entorno, o de un asesor externo
¿Y si quiero estar despreocupado respecto a esta gestión?
Para ahorradores que no tienen amplios conocimientos financieros, o que sencillamente prefieren despreocuparse de ir adaptando sus inversiones a su perfil de riesgo a lo largo de los años, existen productos que adaptan la gestión automáticamente a un horizonte temporal.Se conocen como “fondos objetivo” (target funds en inglés), dado que el ahorrador lo único que debe preocuparse es elegir, de la amplia gama de productos disponibles, aquel que tenga como “objetivo” gestionar el ahorro a fecha aproximada de su jubilación.Por ejemplo, y partiendo de 2020, un ahorrador de 45 años podría canalizar su ahorro en un plan con objetivo 2042, dado que su jubilación tendrá lugar aproximadamente en dicho año. Un ahorrador de 55 años debería enfocarse en un plan con objetivo 2032.
¿Cómo funcionan estos planes?
Los planes tienen un objetivo de inversión enfocado en el horizonte de inversión al que están destinados y que les dan nombre (Plan 2020, Plan 2025, etc). No se rigen como otros productos por una distribución fija de Renta Fija y Renta Variable, sino que esta distribución se irá ajustando automáticamente en función del criterio de los gestores, con el horizonte temporal como uno de los principales criterios.Así, a medida que transcurre el tiempo, el perfil de riesgo irá evolucionando de manera decreciente, reduciéndose el riesgo del fondo, de tal manera que se adecue a un perfil de riesgo de un ahorrador cuya edad va incrementándose.
Por tanto, son opciones muy adecuadas para ahorradores que prefieran delegar la evolución del perfil de riesgo de sus inversiones a profesionales de la gestión, despreocupándose de los vaivenes de los mercados y del seguimiento de su horizonte temporal hasta la jubilación.
A modo de curiosidad, cabe destacar que algunos sistemas de pensiones funcionan bajo este sistema de adaptación automática al perfil de riesgo. Este es el caso de Chile, cuyo sistema de pensiones está basado en un modelo de capitalización y que, salvo instrucciones específicas por parte del contribuyente, se invierten sus cotizaciones destinadas a la jubilación en planes que se van adaptando al horizonte temporal del mismo.