¿Por qué ahorrar para la jubilación es especialmente necesario para un autónomo?
Los autónomos acceden en media a pensiones un 40% inferiores a las de los trabajadores por cuenta ajena
En España existen más de tres millones de personas adscritas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Se ha registrado en los últimos años una tendencia creciente en el número de afiliaciones a este régimen, provocada en buena medida por antiguos trabajadores del Régimen General, que cotizaban por cuenta ajena, y que causan alta en el RETA tras decidir probar suerte en un trabajo por cuenta propia ante las estrecheces del mercado laboral.
Según datos de la propia Seguridad Social, algunas de las principales características del colectivo de trabajadores autónomos son:
- Casi tres de cada cuatro trabajan en el sector servicios.
- El 65% de los trabajadores autónomos son hombres y el 35% mujeres.
- Solo el 2% de los autónomos tiene menos de 25 años. Casi la mitad de los autónomos se encuentran comprendidos en el intervalo de edad entre 40 y 54 años.
- Tres de cada cuatro autónomos no tienen empleados a cargo.
- Más de nueve de cada diez autónomos cotizan exclusivamente en el RETA, sin desarrollar actividad alguna de forma paralela en otros regímenes de la Seguridad Social, práctica que se conoce como pluriactividad.
- Casi el 986% de los autónomos cotiza por la base mínima, que en 2020 asciende a 944,40 euros.
Los autónomos y su jubilación
Este último punto es una de las claves en la jubilación de los trabajadores autónomos. El RETA permite a sus trabajadores adscritos libertad de elección de base de cotización, algo que en verdad es efectivo hasta los 47 años, momento en el que existen restricciones al incremento de la base.
Esta libertad induce a la gran mayoría de los autónomos a elegir la base mínima, lo que a su vez minimiza la cuota a abonar mensualmente a la Seguridad Social. Esto ocurre con el fin de facilitar la viabilidad de la actividad en algunos casos y por desconocimiento en otros, pero lo cierto es que tiene enormes implicaciones en la futura jubilación.
El sistema español de Seguridad Social está basado en el principio de proporcionalidad contributiva. Esto, en resumidas palabras, quiere decir que cuanto más se contribuya mayor será la prestación a la que se genera derecho. En el caso de los autónomos aparecen con frecuencia dos problemas:
- Sus carreras de cotización son más irregulares, dado que no es infrecuente que aparezca periodos de inactividad. Esto implica aportar menos cotizaciones por la vía del periodo de cotización, una de las variables que determina la cuantía de la pensión.
- La cotización por la base mínima, incluso en carreras de cotización larga, deriva en pensiones de cuantía escasamente superior a la pensión mínima. De hecho, según datos publicados periódicamente por el INSS, la pensión media de los autónomos ronda el 60% de la pensión media de los trabajadores por cuenta ajena.
La creciente importancia del ahorro para la jubilación
En un entorno de importantes retos en los sistemas de pensiones de los principales países desarrollados, planificar la jubilación con antelación pasa a ser una práctica más que recomendable. En España posiblemente las pensiones se ajustarán, desde previsiblemente 2023, a la evolución de la esperanza de vida ( en caso de que finalmente se levante la suspensión en la aplicación del Factor de Sostenibilidad) lo que implica que, al vivir más años, la pensión anual se verá reducida. Además, no parece que las pasadas reformas vayan a ser las últimas en un largo periodo, dado que el déficit de la Seguridad Social no tiene visos de absorberse en el corto y medio plazo. Esto implica que con toda probabilidad las pensiones públicas irán perdiendo peso en la masa total de ingresos de un trabajador en las próximas décadas, y ésta deberá ser complementada con capital procedente del ahorro personal.
Los trabajadores autónomos, que acceden a pensiones notablemente inferiores, tienen que salvar una brecha en la jubilación mucho más amplia entre los ingresos provistos por la pensión pública y el nivel de ingresos necesario para mantener el nivel de vida deseado. Esto además se hace más cuesta arriba desde los 47 años, momento en el que queda limitada la posibilidad de incrementar el esfuerzo a través de las cotizaciones.Por tanto, si eres autónomo, ten presente estos dos consejos:
- Trata siempre de elegir una base de cotización proporcional a tus ingresos reales.
- Siempre, y en cualquier caso, destina un porcentaje de tus ingresos al ahorro para tu jubilación de forma constante.