Por qué apostar por los planes de pensiones para planificar la jubilación
Vemos que factores hacen atractivo estos vehículos de ahorro a largo plazo
Los planes de pensiones son el instrumento de ahorro para la jubilación más popular entre los españoles, atraídos principalmente por las ventajas fiscales que otorgan sus aportaciones. Sin embargo, no es esta la única ventaja de unos vehículos flexibles, con gestión profesionalizada y con una amplia gama disponible para que cualquier ahorrador encuentre un plan adecuado a sus necesidades.
No es menos cierto por otro lado que algunos ahorradores habían mostrado ciertas reticencias, principalmente en lo referido a lo restringido de su liquidez, algo enfocado a no hacer perder a los planes de pensiones su vocación de instrumento de ahorro para la jubilación. Con el objetivo de impulsar estos productos, se han impulsado medidas como la posibilidad de disponer de aportaciones con una antigüedad de al menos diez años. Desde que se haga efectiva esta medida en 1 de enero de 2025, ya no será necesario acreditar una circunstancia excepcional para poder solicitar el reembolso: bastará con que las aportaciones de las que se quiera disponer tengan esta antigüedad mínima.
¿Planes de pensiones para canalizar el ahorro para nuestra jubilación? Sí. Estos son los principales argumentos.
Fiscalidad
Ahorrar en planes de pensiones genera ahorro adicional: si bien desde enero de 2021 el limíte de deducción ha disminuido, es posible deducir en el IRPF las cantidades aportadas anualmente hasta un máximo de 2.000 euros.
Es decir, aportar a planes de pensiones aún continúa reduciendo la factura fiscal, en una cuantía que dependerá de la cantidad aportada y del tipo marginal del contribuyente. Por ejemplo, un partícipe con un tipo marginal del 30% que aporte 2.000 euros anuales, está reduciendo su tributación en 600 euros anuales. ¿La forma ideal de rentabilizar esta deducción? Reinvertirla en el propio plan. ¿Imaginas el efecto de esta práctica durante más de tres décadas?
Además, es posible aportar al plan de pensiones de tu cónyuge hasta 1.000 euros anuales si no obtiene rentas o sus rentas no exceden los 8.000 euros anuales. Podrás desgravarte esos 1.000 euros con independencia de la desgravación de tus propias aportaciones.
Rentabilidad
Según datos de Inverco a 31 de marzo de 2021, la rentabilidad anual media neta de gastos, en los últimos doce meses de los Planes de Pensiones es del 15,15%; del 3,12% anual en los últimos tres años o del 3,06%% anual en los últimos cinco años. En los últimos 20 años, la rentabilidad media anual es del 2,57% y en los últimos 26 años del 3,77%.
Comisiones
Las comisiones de los planes de pensiones volvieron a bajar en 2018, después de hacerlo en 2015. Se establece un nuevo escalado en función del tipo de plan: 0,85% para los Planes de Renta Fija, 1,30% para los de Renta Fija Mixta, y 1,5% para el resto. La comisión de depósito también se reduce, del 0,25% previo al 0,20% actual.
Seguridad
Los planes de pensiones son uno de los vehículos más seguros para el ahorrador, puesto que está sometido a la supervisión de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Los Fondos de Pensiones son patrimonios separados e independientes del balance de sus entidades gestoras y depositarias.
La gestora y el depositario son entidades independientes a las que se les encomienda la supervisión mutua. En caso de insolvencia de alguna de ellas, el fondo no se disuelve, siendo la entidad sustituida por otra sin afectar al patrimonio del partícipe.
Liquidez
Pese a que los planes de pensiones se crearon con el objetivo de canalizar un ahorro para la jubilación, a lo largo del tiempo se han ido incorporando nuevas contingencias y supuestos excepcionales de liquidez que permitieran a los partícipes disponer de su ahorro en momentos de vulnerabilidad financiera.
Ahora, con la nueva norma que permite la liquidez de aportaciones con al menos diez años de antigüedad, se exime a los partícipes de tener que acreditar una situación excepcional para disponer de su ahorro, algo especialmente valorado por los más jóvenes, especialmente en los primeros años de vida laboral.