¿Qué opciones tengo para invertir con el objetivo de preparar mi futuro?
Preparar el futuro no es tarea fácil: exige de planificación y ahorro, pero hay un amplio abanico de instrumentos que facilitan las cosas, en función del perfil de riesgo del ahorrador, de su edad y de sus circunstancias.
Prepararel futuro no es tarea fácil: exige de una actitud consciente hacia la necesidadde ahorrar, una planificación previa que sirva para determinar la cantidad deahorro suficiente para cubrir las necesidades en los años posteriores a lajubilación y un proyecto concreto que materialice ese ahorro en distintosvehículos e instrumentos.
Lo bueno es que, una vez analizado el ahorronecesario para afrontar cómodamente la etapa de la jubilación, teniendo encuenta también el capital que aportará el Estado a través de las pensionespúblicas, el abanico de herramientas para el ahorro es muy amplio. Las opciones son muydiversas, desde el ahorro inmobiliario al financiero, con más o menos riesgo oliquidez y desde vehículos de ahorro genérico a otros de ahorro específico parala jubilación.
La elección depende del perfil de riesgo del ahorrador o inversor, así como de las ventajasque aporten en términos de rentabilidad potencial, de fiscalidad o también deliquidez, en función de las necesidades o capacidades de cada uno. No hay unainversión perfecta para todo el mundo ni siquiera un producto perfecto paracada persona en función de su perfil, porque todas las opciones tienen susriesgos -incluidas las pensiones públicas, que afrontan riesgos derivados de laevolución demográfica y el crecimiento económico, que determinan el pulmónfinanciero del Estado y su capacidad de pagar las prestaciones-. Debido a esosriesgos, desde la CNMV y el Banco de España, en su plan de educaciónfinanciera, dan un consejo: ahorrar, ahorrar y ahorrar para la jubilación perono utilizar solo un producto de ahorro o inversión. La consigna está clara: hayque diversificar.
La cuenta de ahorro remunerada
Laopción más conservadora para ahorrar son las cuentas corrientes y libretas deahorro tradicionales (o depósitos a la vista), que suelen ofrecerrentabilidades muy escasas o prácticamente nulas y no son productos deahorro. Pero existen las cuentas a la vista remuneradas, que brindanrentabilidad y liquidez, aunque pueden restringir en algunos casos laoperatividad que permite una cuenta corriente tradicional. Hay cuentas conrentabilidades similares a las de los depósitos a plazo, con la ventaja de ladisponibilidad total del capital en cualquier momento.
El depósito
Undepósito a plazo es un vehículo de ahorro según el cual las entidades bancariasofrecen una determinada rentabilidad en un periodo concreto siempre que esecapital no se toque durante ese tiempo. Transcurrido ese plazo, la entidaddevuelve el dinero, junto con los intereses fijos pactados, que se liquidan enuna cuenta o libreta del banco. A diferencia de los depósitos a la vista, losdepósitos a plazo tienen una fecha de vencimiento en la que se puede retirar eldinero y sus intereses sin penalizaciones; es decir: no se puede disponer delahorro hasta ese momento sin incurrir en algún tipo de "castigo". A cambio,suelen ofrecer mejores rentabilidades. Sin embargo, en la actualidad, conlos tipos de interés bajo mínimos, los depósitos han perdido atractivo y losahorradores están llevando sus ahorros a otros vehículos con potencial parahacer crecer más sus ahorros a largo plazo, como los fondos de inversión, muypopulares en la actualidad.
El fondo de inversión
Esun vehículo de inversión colectiva, lo que quiere decir que en él invierten deforma conjunta varios inversores que poseen un cierto número de participacionesdel fondo. El fondo puede ser de varios tipos, invertir en distintos mercados ycon políticas de inversión más o menos arriesgadas -que vienen recogidas en sufolleto-, lo que determina los distintos objetivos de rentabilidad, con lo quelas opciones a elegir son numerosas. El partícipe puede poner capital en elfondo (suscripciones) o salir del mismo (reembolsos) con libertad, si bien hayalgunos que penalizan las salidas antes de un plazo de tiempo determinado.Excepto en los productos garantizados, la rentabilidad puede ser positiva onegativa en función de la evolución de los activos en cartera desde el momentode entrada hasta aquel en el que se decida reembolsar el capital del fondo.
El plan de pensiones
Entrelos productos específicos para contingencia de jubilación está el plan depensiones. Los planes de pensiones individuales son contratos en virtud delos cuales se efectúan aportaciones que se van acumulando y quedanpermanentemente invertidas en activos financieros, con la finalidad de irconstituyendo un ahorro (derechos consolidados) para el cobro de prestacionescuando se produzca alguna de la contingencias previstas (jubilación,incapacidad laboral del partícipe; fallecimiento del partícipe o beneficiario;dependencia severa o gran dependencia). En ese caso, el beneficiario tienederecho a recibir una prestación, que es compatible con las prestaciones ypensiones públicas. El plan no ofrece liquidez al margen de esas contingenciasy salvo en tres supuestos extraordinarios (enfermedad grave, desempleo de largaduración y el rescate de las aportaciones con más de 10 años de antiguedad a partir de 2025) Y la rentabilidad también puede ser negativa, en función de laevolución de los mercados. Tiene importantes ventajas fiscales -lasaportaciones reducen la base imponible del IRPF, con ciertos límites-.
El plan de pensiones asegurado (PPA)
LosPPA son seguros de vida destinados a constituir un capital que se percibe en elmomento de producirse la contingencia establecida en el contrato, si bien lacobertura principal es la de jubilación. La diferencia con los planes depensiones es que el PPA ofrece un tipo de interés garantizado y no existeposibilidad de perder el capital invertido. Son productos pensados parapersonas más conservadoras o cercanas a la edad de la jubilación, que noquieren correr riesgos.
El plan individual de ahorrosistemático (PIAS)
Los PIAS son también segurosde vida que buscan canalizar el ahorro a largo plazo para acumular un capitalque sirva de complemento a la jubilación. Son seguros individuales de ahorro alargo plazo cuya finalidad es ir pagando primas para constituir una rentavitalicia asegurada que podrá percibirse a partir de la edad señalada en elcontrato (y que no tiene por qué ser el momento de la jubilación, aunque lavisión es de largo plazo al establecerse un mínimo de 5 años). De hecho, sudisfrute no está ligado a los supuestos de jubilación, incapacidad laboral,fallecimiento y gran dependencia.
Seguro de jubilación
Son seguros de vida mixtos(es decir, combinan una prestación en caso de muerte y otra en caso desupervivencia) que tienen como fin constituir un capital asegurado a largoplazo mediante el pago de cuotas periódicas denominadas primas de seguro. Laprestación se puede recibir en forma de capital (de una sola vez), rentatemporal o renta vitalicia. Este producto ofrece mayor flexibilidad que un plande pensiones y un PPA porque no hay límites respecto al importe de las primas ytiene total liquidez -no hay que esperar a los 65 años, ni a que pase ningúnplazo determinado para poder recibir la prestación, aunque las entidadesaseguradoras cobran gastos por la desinversión anticipada-.
La inversión directa
El ahorrador o inversortambién puede apostar por invertir directamente en los mercados financieros, yasea en renta fija (bonos del Estado, de gobiernos de otros países o empresasprivadas), renta variable (la bolsa española, europea o de otros países delmundo), o materias primas. Existe un riesgo de rentabilidad, al igual que en elcaso de los fondos, en función de la evolución de los mercados. En este caso,el inversor se encuentra con una capacidad inversora más reducida frente alfondo (al ser colectivo, el fondo cuenta con el capital de más inversores ypuede posicionarse en más activos y diversificar en mayor medida, reduciendo elriesgo), con mayor responsabilidad (él toma las decisiones de inversión, lo quele exige seguir los mercados y tener conocimientos e ideas de inversión) ynormalmente una fiscalidad más perjudicial.
Pero el ahorro no tiene porqué ser solo financiero. También se puede ahorrar a través de la vivienda, algomuy habitual en España.
La vivienda
El ahorro inmobiliario es elmás utilizado por los españoles, que destinan la gran mayoría de su ahorro alpago de la vivienda o la hipoteca (según datos del Banco de España,en torno a un 80%). El ahorrador o inversor puede considerar adquirir otrapropiedad cuyo alquiler genere rentas en el futuro que le permitan complementarsu pensión.