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Jubilación   7 Ene 2019

Seguir mejorando el sistema público de pensiones

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

Reproducimos el artículo de Rafael Doménech para La Voz de Galicia del pasado 12 de enero de 2018

El sistema público de pensiones es un pilar fundamental del Estado de bienestar. Y para que losiga siendo es necesario que se modernice y adapte a los cambios que experimenta la sociedadespañola. Afortunadamente cada vez más personas llegan a la edad de jubilación y lo hacencon una esperanza de vida mayor. Todo ello supone que el número de pensiones iráaumentando progresivamente desde los poco más de 9,5 millones actuales hasta unos 15millones en 2050. Sólo para atender este aumento del número de pensiones sin cambiar elsistema actual necesitaríamos que el número de cotizantes pasara desde los casi 18,5 millonesde afiliados actuales a algo más de 27 millones. Un aumento muy poco probable con lastendencias demográficas previstas. Además la crisis económica ha abierto un déficit entre losingresos y gastos en pensiones del sistema que va a tardar en ir reduciéndose, sobre todo en lasituación actual en la que las nuevas pensiones que entran en el sistema lo hacen con unaspensiones iniciales sobre salarios medios que son de las más altas de Europa.

Ante esta situación, ¿qué debemos hacer? En primer lugar, hay que tener claro que paragarantizar el sistema de pensiones hay que seguir apostando por reforzar su sostenibilidadfinanciera. No hay dilema alguno entre sostenibilidad y suficiencia. La sostenibilidad es unacondición absolutamente necesaria para que las pensiones sean suficientes a largo plazo. Porlo tanto, hay que mantener las reformas de 2011 y 2013, y mejorarlas con nuevos mecanismos.

Segundo, como en Suecia y otros países europeos, hay que introducir cuanto antes cuentasindividuales de reparto, con un periodo transitorio. El sistema sigue siendo público, de reparto yprogresivo. Al proporcionar una “cuenta virtual” a cada trabajador, mejora su contributividad ytransparencia, lo que hace que sea más sencillo y fácil de entender, y ayuda a percibir lascotizaciones como un ahorro y no como un impuesto. Además, las cuentas individuales eliminanincertidumbres y ayudan a asegurar el equilibrio financiero del sistema si la pensión inicial secalcula teniendo en cuenta la esperanza de vida (como en 2019 empezará a hacer el Factor deSostenibilidad) y la evolución prevista de los recursos y gastos del sistema.

Tercero, hay que mejorar y blindar la pensión mínima según la inflación subyacente y lasganancias tendenciales de productividad, con transparencia a los beneficiarios de loscomplementos efectuados con cargo a impuestos generales.

En último lugar, hay que seguir realizando reformas que mejoren el funcionamiento del mercadode trabajo y su eficiencia, y la productividad de la economía. Cuanto mayor sea el empleo y máselevados los salarios, gracias a las ganancias de productividad, mayores serán las pensiones yla capacidad del sistema para introducir los cambios necesarios y adaptarse a un mundo enpermanente evolución. Es crucial que el sector público lidere el proceso de transformacióntecnológica y digital poniendo el Estado de bienestar a la altura de los nuevos tiempos. 

Rafael Doménech es Responsable de Análisis Macroeconómico en BBVA Research

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