Ventajas de reinvertir en tu plan de pensiones su desgravación fiscal
Las aportaciones a planes de pensiones están incentivadas fiscalmente. ¿Por qué no reinvertir esa exención en el propio plan?
Los planes de pensiones son productos privados de previsión cuyas aportaciones están fiscalmente incentivadas con el objetivo de fomentar el ahorro a largo plazo que, en última instancia, complemente la pensión pública de jubilación.
Lla aportación máxima es de 8.000 euros anuales y el tope anual de deducción es la menor de las siguientes cantidades: 8.000 euros o el 30% de los rendimientos del trabajo y actividades económicas.
¿Cuánto ahorro por aportaciones a mi plan de pensiones?
El ahorro dependerá del tipo marginal del contribuyente en el ejercicio fiscal que se esté considerando.
Dado que las aportaciones a planes de pensiones reducen la base imponible, el ahorro para el partícipe vendrá derivado de lo que aporta al plan de pensiones y por lo tanto reduce de base imponible, multiplicado por su tipo marginal, que es el tipo al que tributaría esa base imponible si no fuese minorada por las aportaciones.
Reinvertir el ahorro fiscal
Una de las virtudes más importantes del ahorro es que pequeñas cantidades a largo plazo consiguen resultados sorprendentes.
Una de las barreras con las que mucha gente se enfrenta erróneamente a la hora de comenzar a hacer aportaciones a un plan de pensiones es la convicción de que no disponen de dinero, una vez descontados los gastos corrientes del día a día, para dedicar al ahorro, sin tener en cuenta ese importante efecto de ser constante con pequeñas cantidades.
Por ejemplo, un individuo que comience a los 30 años a ahorrar de manera constante 50 euros mensuales, habrá acumulado a la edad de 65 años la nada despreciable cantidad de 37.171 euros.
Reinvertir ese dinero que todos los años nos ahorramos gracias a las aportaciones a planes de pensiones del año anterior es una manera de generar un efecto multiplicador en el ahorro fiscal y potenciar nuestro ahorro que, como hemos comprobado, en el largo plazo tiene efectos muy positivos. Además, reinvertir la desgravación fiscal obtenida en un ejercicio fiscal está automáticamente generando una nueva desgravación en el siguiente ejercicio.
Una manera sencilla de hacerlo, que además ayudará a mantener una correcta planificación de nuestro plan de pensiones, es realizar una aportación extraordinaria en el momento de sentarnos a realizar nuestra declaración de la renta por valor del ahorro fiscal gracias al mismo.De esta manera, evitaremos también la posibilidad de que este ahorro fiscal se destine a otros fines de menor importancia. De hecho, en algunos países, como Reino Unido, las desgravaciones se reinvierten automáticamente en el plan.
Con esta disciplina, estaremos contribuyendo de forma muy positiva a la planificación de nuestra futura jubilación.
Ejemplo
- Un partícipe con rentas del trabajo de 65.000 euros y que aporta a su plan de pensiones los 8.000 euros máximos, va a disfrutar de un ahorro fiscal de 3.600 euros que, reinvertidos en su plan de pensiones, incrementarán su nivel de ahorro para la jubilación en un 45%.