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Jubilación   22 Feb 2021

Holanda emprende la reforma que reforzará la sostenibilidad de sus pensiones de empleo

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

Paises Bajos migrará su sistema de pensiones de empleo desde un sistema de prestación definida a un sistema de aportación definida de cuentas de capitación colectiva. El pragmatismo holandés y la voluntad de dialogo, asegura el futuro de las pensiones de empleo del considerado por el Melburne Mecer Global Pensión Index como el “mejor sistema de pensiones del mundo”.

Durante los últimos 10 años, los agentes sociales y los diferentes gobiernos holandeses han estado negociando una profunda reforma del sistema de pensiones de empleo, aquejado de insuficientes reservas para abonar los compromisos por pensiones asumidos, que en su mayoría son de “prestación definida” (garantizan como pensión un importe determinado vinculado al salario del trabajador). La intención de reforma fue anunciada por el Gobierno en febrero de 2019, y en junio 2019 se alcanzó un acuerdo marco con los interlocutores sociales. El Memorándum Marco sobre la elaboración del Acuerdo de Pensiones fue presentado al Parlamento el 22 de junio de 2020. Se espera que a finales de 2021 este redactada la legislación pertinente (reglamentaria) para desarrollarlo, con reformas en un período de cuatro años que comenzarán el 10 de enero de 2022 y serán plenamente efectivas, a más tardar, a partir del 1 de enero de 2026. Los sindicatos, si bien fueron especialmente sensibles al riesgo de que los trabajadores jóvenes acabaran soportando el agujero de las pensiones de empleo actualmente existente, finalmente apoyaron el acuerdo.

¿Porque era necesaria esta reforma?

Los activos de los fondos de pensiones holandeses se han duplicado durante la última década (desde aprox. 0,7 billones en 2010 a 1,4 billones de euros en 2020 -170% del PIB-). En cambio, las ratios de nivel de financiación no han aumentado, porque el valor descontado de los pasivos futuros (las obligaciones futuras) también ha aumentado debido a caída de tipos de interés. En los sistemas de prestación definida, como el holandés, los bajos tipos de interés encarecen las pensiones garantizadas. El tipo de interés del Bono del Gobierno holandés a 10 años se ha reducido desde casi el 2,5% en 2008 hasta tipos negativos en 2020. Adicionalmente, para aumentar el problema, las estimaciones de esperanza de vida realizadas en las últimas décadas fueron excesivamente conservadoras, y no se previeron los incrementos en la esperanza de vida. El resultado es que muchas empresas holandesas ya no pueden asumir los riesgos y compromisos de sus fondos de pensiones.

¿En qué consistirá la reforma para el tránsito de un sistema de prestación definida a un sistema de aportación definida?

La reforma consiste en eliminar los instrumentos de prestación definida del sistema de empleo, mayoritarios en Holanda, traspasándolos durante un periodo de cuatro años (enero 2022 a enero 2026) a un “Nuevo Contrato” de Aportación Definida. El objetivo principal de la reforma será, a través del paso de la Prestación Definida a la Aportación Definida, eliminar el riesgo para los empleadores (de no poder cumplir con sus obligaciones, de quiebra). Además, el otro objetivo de la reforma consiste conseguir que los nuevos compromisos por pensiones de empleo continúen aportando la parte principal de las rentas obtenidas durante la jubilación por los trabajadores (que les aporte el 75% del salario tras 40 años cotizados). Actualmente el sistema de pensiones de empleo (Pilar II) cubre al 92% de los trabajadores y es la principal fuente de renta de los jubilados. En el nuevo “contrato social” de previsión social empresarial, el 90% de las contribuciones a favor del empleado se destinan a la "participación" personal de cada trabajador en un fondo de capitalización colectiva (activos colectivos) y el 10% de aportaciones a una reserva solidaria. Todas esas cantidades se destinan a prestaciones. Los empleadores, los trabajadores, las entidades de previsión social y el fondo/reserva de solidaridad deberán aportar primas adicionales en el caso de que algunos colectivos salgan perjudicados por el cambio al nuevo contrato. El acuerdo al que han llegado los agentes sociales consiste en evolucionar el mayoritariamente utilizado sistema de pensiones de empleo de prestación definida completamente garantizado a un sistema de contribución definida, sin garantía de prestación a cobrar, de cuentas de capitalización colectiva, sin opción del trabajador de elección (de fondos y perfiles de riesgo/inversión, forma de cobro de la prestación).

Detalles de la reforma de las pensiones de empleo holandesas

Principales puntos de la reforma del sistema de pensiones de empleo holandés

  • Las prestaciones se pagarían con el llamado “capital reservado para la distribución”, que será financiado con las aportaciones de los empleadores y trabajadores, los rendimientos de las inversiones y las contribuciones pagadas con cargo a la reserva solidaria.
  • La reserva solidaria tiene como objetivo suavizar las fluctuaciones intergeneracionales y los resultados de las inversiones. Ascenderá a un 15% del total de activos del fondo de Pensiones.
  • Los porcentajes de aportación a los planes de pensiones serán neutrales, es decir la edad no determinará diferentes porcentajes de contribución, aunque continuaran las reservas existentes en los actuales planes de prestación definida. Las contribuciones anuales estarían limitadas a un máximo entre el 30% y el 33% del salario pensionable, hasta 2035 y posteriormente se revisaría cada cinco años.
  • Los representantes de los trabajadores deberán aceptar los nuevos planes de pensiones propuestos por el empleador para los nuevos compromisos por pensiones, y decidir si las prestaciones y derechos de pensión acumuladas hasta la fecha deberían trasladarse al nuevo plan de pensiones. En la medida de lo posible, el objetivo es mantener juntos en el mismo plan los derechos de pensión acumulados, incluido el traspaso al nuevo plan de pensiones de los derechos acumulados en el antiguo plan
  • Los empleadores tendrán que preparar un plan de transición que incluya información a los trabajadores sobre las opciones disponibles, la justificación del plan y los cálculos de apoyo.
  • Los trabajadores participantes en el nuevo sistema que se encuentren en desventaja por el nuevo “contrato de pensión de empleo de aportación definida” serán compensados, bien mediante un pago del empleador o bien una prima adicional pagada por el asegurador o entidad gestora. Esa prima se limitaría al 3% de la prestación de pensión de un empleado durante un período de 10 años, máximo hasta 2036. Ese pago de una prima adicional se aplicaría a determinados grupos de edad de empleados
  • El nuevo contrato de pensión de empleo pagará prestaciones durante toda la vida de la persona (rentas vitalicias), y el riesgo de longevidad será compartido por todos los partícipes del sistema.
  • Los agentes sociales podrán optar a través de acuerdo previo por un esquema de aportaciones mejorado, permitiendo diferentes aportaciones para todos los partícipes y permitiendo que se compartan entre todos los riesgos derivados de  cambios en la esperanza de vida y por el rendimiento de las inversiones.

Aprendizajes del caso holandés aplicables a España

A diferencia de España, donde la necesidad principal de reforma está en la toma de medidas para garantizar la sostenibilidad de nuestro sistema público, este acuerdo en Paises Bajos para reforzar la sostenibilidad no actúa sobre la pensión publica sino sobre la previsión social empresarial (parte principal de la pensión de los holandeses). No obstante, el caso de Holanda es un excelente ejemplo a seguir, por la clase politica y los agentes sociales en España, sobre la capacidad de dialogo, de negociación, de cesión priorizando el interés común por encima de los interese particulares, así como la capacidad de mirar largo plazo.

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