La inversión en productos perfilados o la tranquilidad de saber que asumes siempre el riesgo adecuado
Gestionar el riesgo es una de las claves de una buena inversión. A esto ayudan los fondos de inversión o planes de pensiones perfilados
La gestión del riesgo es posiblemente una de las cuestiones de mayor importancia en el ámbito de las inversiones. Cualquier individuo con un propósito de inversión querrá, como es lógico, maximizar su rentabilidad, pero siempre dentro de unos límites de riesgo acordes a sus posibilidades. Recordemos una de las máximas de la inversión: la rentabilidad potencial está directamente relacionada con el riesgo asumido. Esto cobra especial importancia en entornos como el actual, con tipos de interés muy bajos, en los que cualquier rentabilidad positiva esperada pasa por asumir algo de riesgo.
Normalmente es posible identificar a los inversores según su tolerancia al riesgo, que está muy directamente ligada al horizonte temporal restante hasta el vencimiento de su inversión. A mayor horizonte, mayor tolerancia al riesgo y mayor será la rentabilidad que se espera de la inversión. Generalmente se definen tres perfiles:
- Inversor conservador: Se encuentran cercanos a su objetivo y buscan un equilibrio entre un crecimiento prudente del capital y la preservación del mismo.
- Inversor moderado: Tienen un nivel medio de tolerancia al riesgo y buscan equilibrar el potencial de crecimiento de la renta variable con un enfoque diversificado de gestión de riesgos.
- Inversor decidido: Muestran una alta tolerancia al riesgo y su objetivo principal es hacer crecer su capital en el largo plazo.
Es importante tener en cuenta que el perfil de riesgo de un inversor evoluciona con el tiempo. Alguien que ahorre para su jubilación en sus primeros años de vida laboral se posicionará en un perfil decidido, pues dispone de varias décadas de plazo hasta su objetivo, lo que le permite tolerar la volatilidad que en cortos plazos tienen las inversiones que tienden a ser más rentables en el largo plazo. Sin embargo, ese mismo inversor, a pocos años vista de su jubilación, deberá haber migrado sus posiciones hacia un sesgo conservador, pues la prioridad en este momento es preservar el capital.
Las soluciones de inversión perfilada
Esta modalidad de vehículos de inversión, que se materializa tanto en planes de pensiones como en fondos de inversión, se basa en ofrecer productos específicos para cada uno de los perfiles de riesgo, de tal forma que el inversor solo tendrá que invertir en aquel que se adapta a su tolerancia al riesgo, y serán los gestores los encargados de buscar la máxima rentabilidad siempre dentro de unos límites de inversión en renta variable e invirtiendo en un amplio abanico de activos, fundamentalmente renta fija y renta variable, ponderados en función de las condiciones y expectativas de mercado.
Un ejemplo, a título ilustrativo, de una gama de fondos o planes de pensiones perfilados sería el siguiente:
- Fondo o plan conservador: Podrá invertir entre un 0% y un 30% de su patrimonio en renta variable en función del criterio de los gestores.
- Fondo o plan moderado: La inversión en renta variable oscilará entre un 30% y un 60% de su patrimonio.
- Fondo o plan decidido: Podrá invertir en renta variable entre un 50% y un 90% de su patrimonio.
Esta inversión asegura al partícipe que, bajo ninguna circunstancia, la exposición a activos de riesgo excederá su nivel de tolerancia y que serán los gestores de forma automática los que gradúen la exposición a los distintos activos y mercados. Con perspectivas positivas, se buscará el mayor empuje de los mercados de renta variable dando más peso a estos activos. Con perspectivas bajistas, los gestores se refugiarán en activos conservadores en detrimento de activos más volátiles.