La tasa de dependencia de las pensiones: ¿cuántos cotizantes se necesitan por cada pensionista?
Desde 2007 la relación entre afiliados al sistema y pensionistas no ha dejado de caer
La solidaridad entre generaciones es la verdadera columna vertebral del sistema de pensiones en España. Éste se rige por el principio de reparto que implica que las cotizaciones de los trabajadores en activo financian las prestaciones existentes en ese momento, incluidas las pensiones de aquellos que dejaron de trabajar.
Es decir, las cotizaciones de un trabajador no se “guardan” en un depósito privado en el que se van acumulando para su futuro disfrute una vez alcance la jubilación (esto correspondería a un sistema de pensiones basado en el principio de capitalización) sino que son utilizadas para abonar las pensiones de los jubilados existentes en el momento de realizar las cotizaciones que, acreditarán el derecho a disfrutar de futuras prestaciones que a su vez serán abonadas por la contribución de trabajadores en activo en ese momento.
El sistema de reparto necesita por tanto un equilibrio entre el número de personas que contribuyen al mismo (que son los trabajadores vía cotizaciones sociales) y el número de personas que son beneficiarios del mismo (los pensionistas). Este equilibrio se mide a través de lo que se conoce como tasa de dependencia, que mide el porcentaje de personas inactivas respecto al porcentaje de población en edad de trabajar.
La tasa de dependencia en España: presente y futuro
Este indicador se ve fuertemente condicionado por la evolución demográfica, que conduce a una población fuertemente envejecida. Según el INE, en 2052 el grupo de población de más de 64 años se habrá incrementado en más de 7 millones de personas, mientras que el grupo comprendido entre 16 y 64 años habrá perdido casi 10 millones. El grupo de los más jóvenes (de 0 a 15 años) se habrá visto mermado en casi dos millones de individuos.
Las proyecciones nos muestran que, hacia el año 2022, por cada diez personas en edad de trabajar en España, habrá casi seis inactivas, bien por ser menores de 16 años o por ser mayores de 65 años. A mediados de siglo, la tasa de dependencia será prácticamente del 100%, lo cual implica que cada persona en edad de trabajar sostendrá a una persona inactiva.
Otro ratio que muestra la magnitud del reto es aquel que relaciona el número de afiliados a la Seguridad Social con el número de pensionistas. A septiembre de 2020 existen en España 1,92 afiliados por cada pensionista, una tasa en caída desde el año 2007, en el que se alcanzaron máximos recientes (2,71 afiliados por pensionista) y camino del mínimo registrado en 1996 cuando se registraron 2,06 afiliados por pensionista. Según algunos expertos, el equilibrio en los sistemas de reparto es difícil de sostener cuando la relación entre afiliados y pensionistas es menor a 2.
En los próximos años el número de pensionistas por jubilación repuntará considerablemente, al producirse el retiro de la generación del baby boom. Son necesarios nuevos cotizantes mediante políticas que permitan reincorporar al mercado laboral a los muchos parados que generó la crisis reciente y que dejaron de ser contribuyentes en el momento que agotaron sus prestaciones contributivas. A largo plazo parece ineludible abordar también medidas de fomento de la natalidad, en tasas mínimas que no aseguran el reemplazo generacional (en 2016, por segundo año consecutivo, el número de muertes superó al de nacimientos en España).