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Estoy trabajando   1 Jul 2021

Pablo Antolín, OCDE: “contar con un sistema de pensiones que combine ahorro capitalización y reparto es esencial”

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

Resumimos algunos de los principales mensajes que ha dado el español Pablo Antolín, jefe de la Unidad de Pensiones Privadas en la División de Asuntos Financieros de la OCDE, durante su ponencia sobre los sistemas previsionales complementarios, con ocasión de la reciente Asamblea General de Inverco, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones.

Complementariedad de los sistemas de pensiones de reparto y de capitalización

El sistema de reparto, como el sistema de pensiones público español, se basa en que con las cotizaciones de los trabajadores del presente se pagan las pensiones de los actuales jubilados.

Los sistemas de capitalización consisten en que cada individuo aporta para sí mismo, por lo que la prestación se definirá por lo que cada uno haya aportado más los rendimientos netos obtenidos la inversión de esas aportaciones. El segundo (planes de empleo) y tercer pilar (planes de pensiones y otros vehículos individuales) de los sistemas de pensiones se basan en sistemas de capitalización.

Ambos sistemas, capitalización y reparto, deben complementarse, aunque el tamaño y el peso de cada uno será decisión de cada país. Pablo Antolín apuntó que “en casi todos los países ambos tienen un peso considerable. España es uno de los pocos países en los que la capitalización juega un papel irrelevante y no está disponible para todos”.

Según Antolín, el objetivo no es la discusión sobre si es mejor un sistema de reparto o capitalización, sino sobre cómo hay que diseñar los sistemas de capitalización complementarios teniendo en cuenta el marco general del sistema de pensiones que existe en el país. No existe una solución única y perfecta. Desde la OCDE no recomiendan ningún sistema en particular, sino que estudian y proponen los mejores mecanismos para mejorar el sistema de ahorro para la jubilación.

Hoja de ruta de la OCDE para el diseño de sistemas de capitalización complementarios: mensajes

En esta hoja de ruta de la OCDE para diseñar los sistemas de capitalización, el primer mensaje es que el diseño de los sistemas complementarios de capitalización debe ser coherente con el objetivo de largo plazo y el propósito de dar rentas en la jubilación. La COVID-19 llevó a algunos países a dar acceso incondicional a los ahorros previsionales. Según Antolín “El acceso anticipado a estos ahorros debe ser una medida de último recurso y basada en circunstancias individuales”.

En segundo lugar, es esencial que el sistema cubra al mayor porcentaje posible de la población. En este sentido, nos encontramos con la cuestión de si debe ser voluntario u obligatorio. “Los obligatorios tienen tasas de cobertura muy elevadas, los voluntarios no tanto. Hay un mecanismo intermedio que se basa en la economía del comportamiento. Si quieres que alguien haga algo pónselo fácil. Esto es la afiliación o adscripción automática con opción a desinscribirse”.

En opinión de Antolín, el diseño de este mecanismo de afiliación automática siempre debe ser voluntario a nivel del trabajador, pero dependiendo de cómo se diseñe puede ser obligatorio o no para el empresario:

  • Obligatorio para el empleador o empresa si el sistema se establece a nivel nacional, como en Reino Unido.
  • Cuasiobligatorio si parte de la negociación colectiva, como en Alemania u Holanda.
  • Hay casos en el que los empleadores deciden libremente ofrecerlo, aunque deben ofrecerlo a todos los trabajadores, como es el caso de Estados Unidos.
  • Por último, están los planes colectivos para pequeñas y medianas empresas, que se gestionan a través de cámaras de comercio. Un ejemplo de ello son los existentes en Estados Unidos.

En esta hoja de ruta para el diseño de sistemas de capitalización complementarios, los mensajes 3 al 6 están centrados en las ventajas de los sistemas de prestación definida y de los de cuentas individuales (aportación definida) . En los sistemas de prestación definida, el empleador contribuye y los fondos se manejan mancomunadamente por expertos, alcanzando potencialmente mejores rendimientos y análisis de riesgos. El problema es que alguien tiene que asumir el coste de la promesa cuando las realidades y expectativas económicas, demográficas y financieras no se cumplen.

En los sistemas de cuentas individuales la principal característica es la elección: el perfil de riesgo, que debe ajustarse a los distintos periodos de vida laboral y a los distintos riesgos. En este sistema existe un ajuste automático a las realidades macroeconómicas, financieras y demográficas.

En estos sistemas de cuentas individuales los individuos tienen que tomar muchas decisiones:

  • Ahorrar o no en planes complementarios.
  • Cuánto contribuir.
  • Elegir el fondo de pensiones.
  • Cómo rescatar el ahorro a la hora de jubilarse.

Muchos trabajadores no pueden o no quieren elegir, por lo que el regulador establece opciones por defecto que protejan a esos individuos y dejen la libertad de elección abierta para quien quiera.

Algunos ejemplos de estos mecanismos ideados para mejorar los sistemas previsionales complementarios son los siguientes:

  • La contribución por defecto y afiliación automática por defecto, como en el Automatic Enrolment de Reino Unido.
  • El “matching”, donde el empleador está obligado a contribuir, como en Australia.
  • Un fondo de pensiones público por defecto.
  • Estrategias de inversión por defecto como el ciclo de vida, reduciendo progresivamente los riesgos en la cartera según se acerca la jubilación, con un perfil temporal centrado en los últimos años vida laboral y en la estructura de pagos (prestaciones) en la fase de desacumulación. Cómo diseñar esta estrategia de inversión por defecto es esencial, hay que presentar las opciones y tomar decisiones
  • La gestión de carteras colectivamente ( aportación definida de cuentas de capitalización colectivas), como en los casos de Holanda o Australia .

Respecto al fondo de pensiones público por defecto, que es una opción que se baraja en España, Antolín ha señalado que si bien es un modelo que funciona muy bien, es muy importante su diseño. Según el experto “Debe estar sujeto al mismo marco regulatorio que un fondo de pensiones privado y debe ser gestionado completamente independiente del gobierno”.

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