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Jubilación   9 Jul 2021

¿Cómo debería ser el futuro Factor de equidad intergeneracional que vincule la edad de jubilación o las pensiones a la esperanza de Vida?

Autor

Instituto BBVA de PENSIONES

“Los nacidos entre 1957 y 1977 tendrán que elegir entre ajustar moderadamente el importe de su pensión o retrasar un poco su edad de jubilación”, apuntaba recientemente el ministro de Inclusión y Seguridad Social, sobre el futuro factor de equidad intergeneracional. Reflexionamos sobre qué elementos debería incorporar este nuevo mecanismo.

Gobierno y los agentes sociales han llegado recientemente a un acuerdo sobre el primer paquete de medidas para la reforma de las pensiones.   Entre las mismas se encuentra la derogación definitiva del Factor de Sostenibilidad, introducido por la reforma de las pensiones de 2013. El derogado Factor de Sostenibilidad   hubiera ajustado, para  los nuevos pensionista, el importe de la pensión de jubilación en función la variación esperanza de vida de la generación de cada nuevo pensionista en relación a la esperanza de vida de la generación anterior. Se ha acordado iniciar la negociación para sustituirlo por otro mecanismo que empezaría a operar en 2027: un nuevo factor de equidad intergeneracional. Deberá haber un acuerdo sobre el mismo entre Gobierno y Agentes sociales antes del 15 de noviembre de 2021, para incorporarse al proyecto de ley de Seguridad Social. En caso de no llegar a acuerdo se habilita al Gobierno para definirlo unilateralmente.

¿Cómo debería ser el nuevo factor de equidad intergeneracional? ¿Qué elementos debería recoger?

Se deberían tener en cuenta estas consideraciones y elementos:
  • Debería vincular automáticamente la edad ordinaria de jubilación, a la evolución de la esperanza de vida para cada grupo de edad. Concretamente, a la esperanza de vida restante al llegar a la edad de jubilación. Si la esperanza de vida se ha incrementado en 1 año respecto al periodo de medición anterior, la edad de jubilación debería incrementarse en 1 año. Si la esperanza de vida se redujese, se reduciría la edad de jubilación en esa misma fracción de tiempo, manteniendo un umbral mínima de edad legal de jubilación.
  • La fórmula de cálculo no debería ser igual para todo el universo de trabajadores, sino que debería tener en cuenta las diferentes situaciones, casuísticas y casos especiales, siendo menos gravosa en casos como: o    Aquellas personas con carreras profesionales largas, con periodos de cotización acumulada superiores a 41 años y 6 meses, y especialmente aquellos con más de 44 años y medio trabajados.o    El automatismo de vinculación entre la variación de esperanza de vida y la edad de jubilación debería aplicarse teniendo en cuenta, no la esperanza de vida (mortalidad) y la morbilidad en general, sino por grupos profesionales y actividades:     En el caso de aquellas personas que han pasado una parte relevante de su vida en trabajos peligrosos, penosos, insalubres, tóxica y acusen elevados índices de morbilidad o mortalidad, el mecanismo automático de esperanza de vida/cálculo edad de jubilación ordinaria debería atenuarse (además manteniendo los derechos sobre su jubilación anticipada ). Por tanto, sería necesario que se evaluase en base a datos de esperanza de vida por grupos. No obstante, muchos de estos tipos de trabajo deberían desaparecer y/o evolucionara a la minimización de sus riesgos durante las próximas décadas.     En general, en la definición del nuevo factor se debería tener en cuenta que esperanza de vida (y la calidad de vida) normalmente es mayor entre personas que han desempeñado un trabajo intelectual de oficinas (white collars) que para las personas que han trabajado principalmente en trabajos físicos (blue collar): fábricas, construcción, oficios, transporte, etc. o    En este mecanismo, el efecto principal vinculado el incremento de la esperanza de vida debería ser el incremento automático de la edad de jubilación. Pero los trabajadores deberían, alternativamente al anterior, poder elegir la opción de jubilarse sin que se les aplique ese retraso en su edad ordinaria de jubilación, a cambio de un ajuste (actuarial) en el importe de su pensión. Si la expectativa es que una generación va a vivir más años que la anterior, la consecuencia será que cobrarán pensión durante más años. Por lo tanto, para mantener esa equidad intergeneracional el importe de pensión de esos nuevos pensionistas debería ajustarse a esa esperanza de vida estimada. Si no fue así, la mayor parte de pensionistas de esa nueva generación acabarían cobrando más pensión en el total de su retiro que los de la generación anterior. o    El retraso en la edad de jubilación debería venir acompañado de políticas públicas de activación del empleo senior, para garantizar el mantenimiento en el mercado laboral de esos trabajadores veteranos. Asimismo, políticas de formación profesional que no discriminen por edad y que tengan en cuenta las necesidades formativas de los senior ( uso e interacción con nuevas tecnologías, nuevos entornos laborales menos verticales -agile-, multidioma, etc.). o    A ese necesario cuerpo legislativo y compromiso de la administración pública, debería unirse un compromiso auténtico de las empresas por la diversidad e inclusión , con políticas no solo de género, sino también por edad, para promover el trabajo senior y la convivencia generacional en las organizaciones. Y además de edad y género, la diversidad en todas sus otras formas.

Un reto demográfico por el número de pensionistas en relación a personas en edad de trabajar durante las próximas décadas. Pero, sobre todo, el principal reto es… el bendito problema de que vamos a vivir más

Cuando hablamos de la jubilación de la generación del “baby boom” (nacidos entre 1957 y 1977), el principal reto al que nos enfrentamos no  es el elevado número de miembros de esta generación y la tasa de dependencia de la misma (es decir, el número o porcentaje de personas que estarán jubiladas en relación a personas en edad de trabajar), sino lo principal es que, como apunta José Antonio Herce, presidente del Foro de Expertos de Instituto BBVA , “cada generación avanza 8 años de vida respecto a la anterior”. Si más de un 50% de los que han nacido a partir del año 2000 van a vivir más de 100 años, es difícil pensar que se puedan jubilar a los 67 años y ocupen más del 50% de su vida entre las etapas de formación y de jubilación. Ni con la ayuda de los robots…

El trabajo en una vida de 100 años: la necesidad de extender la etapa activa - BBVA Mi jubilación (bbvamijubilacion.es)

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